Conoce cómo el gobierno de los Estados Unidos, a través de la USAID, está trabajando para combatir el cambio climático y la contaminación.
Brenda Silverio es la Especialista en Redes Sociales de la USAID en la República Dominicana.
La República Dominicana es vulnerable a los desastres naturales, los cuales se ven agravados por el cambio climático. Huracanes, terremotos, inundaciones, ondas de calor, aumento del nivel del mar, e incendios forestales han afectado al país en la última década. Para ayudar al país a enfrentar estos desafíos climáticos, manteniendo al mismo tiempo los medios de vida de sus ciudadanos, el gobierno de los Estados Unidos, a través de la USAID, ha estado trabajando para reducir el impacto de las amenazas climáticas.
Conoce tres formas en que la USAID está combatiendo el cambio climático en beneficio de su vecino, socio y amigo dominicano.
Limpiando ciudades y preservando océanos azules
A través de su programa Ciudades Limpias, Océanos Azules, la USAID está trabajando para responder a la crisis global de contaminación marina causada por plásticos. Alrededor de 8 millones de toneladas métricas -el equivalente a un camión de basura por minuto- de plásticos terminan en los océanos cada año, lo que afecta no solo la calidad del agua de las cuencas de ríos, sino que también representa una amenaza para la biodiversidad marina y los medios de vida. Actividades como el turismo y la pesca se ven amenazadas por los plásticos que llegan al océano, incluidas las más de 1,500 ballenas jorobadas que habitan en las aguas de la costa norte de la Bahía de Samaná y el Océano Atlántico entre diciembre y marzo cada año. Los desechos sólidos de la Península de Samaná ingresan actualmente a la bahía y al océano desde múltiples fuentes, y no existe un sistema formal de monitoreo de desechos para medir el verdadero impacto de estos desechos sólidos en los ecosistemas marinos.
A través de este programa, la USAID y sus socios locales se enfocan en trabajar para detener el flujo de plásticos directamente en su origen. El programa proporciona asistencia técnica y pequeñas subvenciones a organizaciones locales para detener el flujo de contaminación plástica a la Bahía de Samaná y al Océano Atlántico. Esta iniciativa promueve los principios de reducir, reutilizar, reciclar (3R) y brinda apoyo para mejorar los sistemas locales de gestión de residuos sólidos, fortaleciendo la capacidad local y los marcos legales.
Integración y gestión de ecosistemas marinos
En la isla de La Española, que incluye República Dominicana y Haití, los ecosistemas marinos se han visto afectados por la contaminación, la sobrepesca, diseminación de especies invasoras y las prácticas insostenibles en el turismo y la recreación. Estas prácticas han estado diezmando los recursos costeros, y afectando la biodiversidad de los ecosistemas locales.
Para avanzar los esfuerzos de conservación y manejo de los ecosistemas marinos en el norte de Hispaniola, USAID lanzó un programa de Gestión Integrado de Ecosistemas Marinos de 3 años. Esta iniciativa tiene como objetivo reducir la alteración económica y cultural de las comunidades que dependen de esos ecosistemas. Este programa trabaja específicamente en el Parque Nacional Manglar Estero Balsa, el Refugio de Vida Silvestre Cayos Siete Hermanos y el Parque Nacional El Morro en República Dominicana, así como en el Parque Nacional Tres Bahías en Haití; y trabaja en conjunto con líderes comunitarios locales y gobiernos para proteger los recursos costeros.
Liderar el desarrollo a nivel local
La escasez de agua es un desafío en toda la República Dominicana, que afecta no solo la salud de las comunidades, sino que también impacta la seguridad económica y ambiental de la población. La deforestación, la erosión del suelo, la contaminación, las prácticas agrícolas nocivas, el cambio climático, las prácticas deficientes de gestión de residuos y la contaminación son algunos de los principales impulsores que afectan la calidad y el suministro de agua. Además, en los últimos años el país ha experimentado menos lluvias y condiciones mucho más secas, lo que aumenta la demanda de cuencas hidrográficas y embalses, y afecta las actividades agrícolas, los ingresos de los agricultores, la seguridad alimentaria y los medios de vida rurales.
Una de las mejores formas de fomentar cambios duraderos es concentrar los esfuerzos en empoderar a las comunidades locales. A través del proyecto de Seguridad Hídrica Dirigida Localmente, la USAID está trabajando para fortalecer el desarrollo local y abordar los desafíos de la seguridad hídrica en las cuencas hidrográficas seleccionadas en la República Dominicana. Esta iniciativa también tiene como objetivo reducir la contaminación del agua y la degradación del suelo, empoderar a las comunidades para que lideren la gestión de las cuencas hidrográficas, aumentar el acceso sostenible al agua potable y al saneamiento.