La líder de los socialdemócratas suecos Magdalena Andersson fue reelegida este lunes primera ministra por el Parlamento, una semana después de haber sido escogida y de dimitir a las pocas horas por falta de apoyos.
Andersson, que será la primera mujer en ocupar este cargo en Suecia, era hasta ahora ministra de Finanzas. La responsable fue elegida en fuerte minoría por los diputados, con 173 votos en contra, 101 a favor y 75 abstenciones.
En Suecia, un gobierno es aprobado si una mayoría absoluta de 175 diputados no vota en contra.
Salvo sorpresa de último momento, esta elección cierra la transición del poder socialdemócrata tras la salida del primer ministro Stefan Löfven, que dejó el cargo a principios de mes y a menos de un año de las legislativas de septiembre de 2022.
La presentación de su gobierno al rey Carlos Gustavo, que marca oficialmente su toma de posesión, está prevista el martes. “El miércoles pasado fue un gran día, y fue un gran día hoy”, declaró la nueva primera ministra. “Esta vez estaba quizás más preparada para estar conmovida”, bromeó en una conferencia de prensa.
El miércoles, al final de una inverosímil jornada parlamentaria, Magdalena Andersson fue elegida primera ministra, después no logró aprobar sus presupuestos y terminó dimitiendo tras la retirada del apoyo de los ecologistas.
Debido a la salida de los Verdes, la nueva primera ministra dirigirá un gobierno totalmente socialdemócrata.
“Ahora estará al frente de un gobierno de partido único. No habrá más sorpresas. Ni más crisis, al menos por ahora”, declaró a la agencia AFP Anders Sannerstedt, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Lund, para quien el episodio de la semana pasada fue “histórico”.
Suecia, aunque es un país acostumbrado a las situaciones complicadas en el Parlamento y más desde 2018, nunca había vivido algo parecido.
Este lunes, los ecologistas se abstuvieron. Y, a diferencia de lo sucedido la semana pasada cuando Andersson fue designada por un voto de diferencia, esta vez una diputada del partido de los Liberales (centro derecha) se abstuvo, con lo cual se redujeron los votos en su contra de 174 a 173.
Desde la creación del cargo en 1876, Suecia nunca ha tenido a una mujer como primera ministra, al contrario de todos los otros países nórdicos (Dinamarca, Finlandia, Noruega e Islandia).
Tras los hechos del miércoles, nadie ponía en duda la reelección de Andersson: los tres partidos indispensables para que ocupe el puesto ya habían anunciado que permitirían su elección.
La sucesión al frente del país ocurre a menos de un año de las legislativas de septiembre de 2022, que se anuncian reñidas. Según los sondeos, el partido socialdemócrata obtendría alrededor de 25% de los sufragios, y seguiría siendo la primera formación política del país, pero se sitúa cerca de sus niveles más bajos.
Deberá enfrentarse a su gran rival, el partido conservador de los Moderados, liderado por Ulf Kristersson, que recientemente se ha acercado a la extrema derecha de los Demócratas de Suecia (SD), un partido que se opone a la migración.
Kristersson se ha mostrado dispuesto a gobernar con el apoyo de los ultraderechistas en el Parlamento, lo que supondría un vuelco en la escena política sueca.
Precisamente fue el hecho de que se aprobara un presupuesto de la derecha, preparado por primera vez con el SD, lo que provocó la retirada de los ecologistas y la consiguiente dimisión de Andersson.
Para los ecologistas, era imposible gobernar con unos presupuestos en los que había participado la extrema derecha.