El gobierno de Estados Unidos ofreció una recompensa de seis millones de dólares por información sobre el paradero del líder de la organización terrorista Al Shabaab, Abu Ubaida, y de otros tres miembros del grupo extremista por su participación en ataques terroristas en Kenia y Somalia, según informa el portal de noticias somalí Garowe online.
Abu Ubaida (también conocido como ‘Diriye’), lideró el grupo durante poco más de un año, desde la muerte de su predecesor, Ahmed Abdi Mohamed (alias ‘Godane’), en un ataque aéreo estadounidense. Junto a él, figuran en la lista Mahad Karate, Fuad Mohamed Jalaf y un cuarto terrorista identificado únicamente como “Jafar”.
Mahad Karate (también conocido como Abdirraman Mohamed Warsame) es el líder adjunto de la organización, y responsable de Amniyat, el ala de Inteligencia y Seguridad del grupo terrorista somalí. También tiene ciertas competencias sobre la parte financiera.
Fuad Mohamed Jalaf es conocido por facilitar apoyo financiero a Al Shabaab, como demuestran dos eventos de “recaudación” que dirigió en mayo de 2008 en mezquitas en Kismayo, Somalia.
Jafar, también conocido como Amar, es un facilitador de al Shabaab y se ha desempeñado como adjunto de Abdikadir Mohamed Abdikadir, otro conocido intermediario de la organización.
El Gobierno de Somalia designó la semana pasada “persona non grata” a Simon Mulongo, vicerepresentante especial de la Comisión de la Unión Africana (UA) en ese país, en un momento de desavenencias entre el Ejecutivo somalí y la organización panafricana.
En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación Internacional de Somalia ordenó a Mulongo que abandone el país en un plazo de siete días “por participar en actividades incompatibles con el mandato de la Misión de la UA en Somalia (AMISON) y la estrategia de seguridad de Somalia”.
“El Gobierno Federal de Somalia exigirá responsabilidades al personal de la AMISOM, en particular a los dirigentes, de quienes se espera que sean irreprochables en cuanto a su integridad en el cumplimiento del mandato de las Naciones Unidas y la Unión Africana”, declaró hoy en su cuenta de Twitter el ministro de Asuntos Exteriores somalí, Mohamed Abdirizak, sin dar más detalles sobre los motivos de la expulsión de Mulongo.
El pasado 12 de octubre el Gobierno de Somalia rechazó “de forma contundente” un plan para crear una misión de paz conjunta de la UA y la ONU que reemplazaría la misión actual de la UA en el país y cuyo mandato vence el próximo 31 de diciembre.
Un día antes, el Consejo de Paz y Seguridad de la UA había apoyado el establecimiento de una “Misión de Estabilización Multidimensional de la UA y la ONU en Somalia”, que “garantizaría una financiación plurianual predecible y sostenible para la futura misión”.
Pero el Ejecutivo somalí aludió a la resolución 2568 adoptada este año por el Consejo de Seguridad de la ONU, que reconoce “la necesidad de una misión post-2021 de la UA reconfigurada” que permita al Ejército de Somalia asumir la “responsabilidad principal de la seguridad”, y recordó que “cualquier misión de transición de la UA dependerá del consentimiento del país anfitrión”.
Desde 2007 AMISOM, que cuenta con unos 20.000 soldados en Somalia y opera bajo aprobación de la ONU, ha ayudado a las fuerzas somalís en su batalla para estabilizar el país del Cuerno de África, principalmente contra el grupo yihadista Al Shabab.
Tanto la capital, Mogadiscio, como otras urbes sufren a menudo ataques de Al Shabab, grupo afiliado a la red Al Qaeda desde 2012 y que controla áreas rurales del centro y sur de Somalia, donde busca instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de señores de la guerra y milicias islamistas, como Al Shabab. INFOBAE