El actor británico Rupert Grint, famoso por su papel como Ron Weasley en la saga Harry Potter, enfrenta una factura de impuestos de 1,8 millones de libras (2,3 millones de dólares) tras perder una disputa legal con la autoridad fiscal del Reino Unido, HM Revenue and Customs (HMRC).
El conflicto surgió a partir de una revisión de las declaraciones fiscales de Grint, donde la HMRC detectó que ingresos residuales por 4,5 millones de libras, provenientes de royalties de las películas, derechos de transmisión y otros, fueron clasificados como activos de capital en lugar de ingresos personales. Esta clasificación, según el organismo, redujo indebidamente la carga impositiva aplicable, ya que los ingresos personales están sujetos a una tasa impositiva más alta.
En 2019, se determinó que Grint debía ajustar sus declaraciones fiscales para reflejar correctamente estos ingresos, lo que resultó en el monto adicional adeudado.
Este caso resalta el enfoque estricto de la HMRC hacia las normativas fiscales, especialmente en casos que involucran a contribuyentes de alto perfil, y refuerza la obligación de cumplir con las reglas fiscales independientemente de la notoriedad pública.