La lucha contra el VIH/Sida sigue siendo una prioridad global y regional, especialmente en América Latina y el Caribe, donde el número de nuevas infecciones ha crecido un 9% desde 2010, alcanzando 120,000 casos en 2023. Sin embargo, la mortalidad ha disminuido significativamente gracias a los avances en el tratamiento, con una reducción del 28% en América Latina y del 57% en el Caribe en el mismo período.
A pesar de los progresos, persisten grandes desafíos. Cerca del 12% de las personas con VIH desconocen su diagnóstico, y un tercio lo reciben en etapas avanzadas. La falta de acceso a tratamiento sigue siendo un problema crítico, ya que una de cada cuatro personas con VIH en la región no recibe las terapias necesarias. Además, el estigma y la discriminación impiden que muchas personas se realicen pruebas o busquen atención médica oportuna.
En respuesta, organizaciones como la OPS y AHF han impulsado campañas como “Mejor con PrEP”, que busca ampliar el acceso a la Profilaxis Preexposición (PrEP), un medicamento eficaz en la prevención del VIH. Actualmente, 24 de 33 países de América Latina y el Caribe han adoptado la PrEP, beneficiando a más de 160,000 personas, aunque aún falta mucho para alcanzar la meta de 2.3 millones bajo tratamiento preventivo.
El VIH se transmite principalmente por relaciones sexuales sin protección, transfusiones de sangre contaminada y el uso compartido de agujas. Sin embargo, el tratamiento antirretroviral (TAR) puede hacer que la carga viral sea indetectable, eliminando el riesgo de transmisión. La OPS subraya que el uso de PrEP, preservativos y pruebas regulares son fundamentales para combatir la epidemia, junto con políticas inclusivas que reduzcan el estigma.
Con cerca de 4 millones de personas viviendo con VIH en América Latina y el Caribe, la meta de eliminar la pandemia para 2030, como parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, depende de la implementación de estrategias que garanticen el acceso universal al tratamiento, la prevención y la educación.