David Ortiz, la leyenda de los Boston Red Sox, ha hecho historia al convertirse en propietario del equipo, adquiriendo acciones y siendo el primer exjugador en ocupar este puesto en los 120 años de historia de la franquicia. A pesar de que el acuerdo aún no es oficial, se estima que la participación de Ortiz en los Red Sox está valorada en 2.500 millones de dólares, lo que marca un nuevo capítulo para la histórica organización.
Conocido como «Big Papi», Ortiz es una de las figuras más queridas por los fanáticos de Boston. Durante sus 14 años con el equipo, contribuyó a llevar a los Red Sox a tres títulos de la Serie Mundial, consolidándose como un ícono del béisbol y un referente dentro y fuera del campo. Su impacto fue tan grande que su legado le aseguró un lugar en el Salón de la Fama.
La participación de Ortiz en la propiedad llega después de varias conversaciones con los actuales propietarios del equipo. Aunque su rol como inversor y filántropo no es nuevo, su incorporación como propietario es un paso sin precedentes, ya que será el primer exjugador de los Red Sox en tomar un rol tan significativo dentro de la organización.
Su experiencia y perspectiva, adquiridas tanto dentro como fuera del campo, se espera que aporten una nueva visión en la gestión y operaciones del equipo.
Los fanáticos y analistas de béisbol están atentos a cómo Ortiz influirá en el futuro de los Red Sox, un equipo que sigue siendo una de las franquicias más emblemáticas del béisbol, tanto en Boston como a nivel mundial. El entusiasmo por su entrada como propietario ha crecido enormemente, y muchos esperan que esta nueva era sea tan exitosa como la que vivió Ortiz como jugador.