Una adolescente de 15 años fue condenada a cadena perpetua tras ser declarada culpable de asesinar a su madre y de intentar matar a su padrastro en marzo pasado en el estado de Mississippi, EE.UU. La menor, identificada como Gregg, tenía 14 años al momento de los hechos, en los que disparó contra su madre, Ashley Smyle, de 40 años, y su padrastro, Heath Smylie, de 39, en su hogar en Brandon.
El tribunal determinó que la joven actuó sin mostrar remordimiento, como argumentó la fiscalía, que pidió una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. La defensa rechazó previamente un acuerdo que habría reducido la condena a 40 años de prisión.
Durante el juicio, se presentó como prueba un video de seguridad que mostraba a Gregg disparando tres tiros mortales con un revólver .357 Magnum a su madre y posteriormente intentando matar a su padrastro.
Los abogados de la menor alegaron que ella sufría una crisis de salud mental, destacando que días antes del crimen le habían cambiado su medicación, reduciendo su dosis de Zoloft y recetándole Lexapro, un nuevo antidepresivo. Además, mencionaron que Gregg había manifestado pensamientos perturbadores y problemas para dormir en los meses previos al asesinato.