La cápsula Starliner de Boeing, una de las principales empresas aeronáuticas de Estados Unidos, aterrizó sin ocupantes este viernes en el puerto espacial White Sands de Nuevo México, tras separarse de la Estación Espacial Internacional (EEI). La decisión de no traer de regreso a los dos astronautas a bordo se debió a las preocupaciones de la NASA acerca de la seguridad de la cápsula. El aterrizaje, efectuado a las 04H01 GMT del sábado, transcurrió sin incidentes, utilizando paracaídas y bolsas de aire, después de un viaje de aproximadamente seis horas desde la EEI.
La imagen de Boeing se ha visto afectada recientemente por problemas técnicos en sus aviones y ahora en su cápsula espacial Starliner, que durante su primer vuelo tripulado en junio presentó fallos en los propulsores y fugas de helio. Ante estas circunstancias, la NASA optó por asegurar el regreso de sus astronautas Butch Wilmore y Suni Williams a través de la cápsula Crew Dragon de SpaceX, dejando a Starliner retornar vacía. Esta decisión prolonga la estancia de los astronautas en el espacio, quienes ahora esperan regresar a la Tierra el próximo año.
Steve Stich, director del programa de vuelos espaciales tripulados comerciales de la NASA, expresó en una rueda de prensa que, aunque Boeing ha intentado garantizar la seguridad de su cápsula, la agencia espacial aún no se siente lo suficientemente segura para proceder con Starliner debido a dudas persistentes acerca de su diseño. Esta misión de regreso sin tripulación fue crucial para Boeing no solo para mejorar su reputación, sino también para mantener su viabilidad futura en las misiones espaciales tripuladas.
La NASA destacó que, tras desacoplarse de la EEI, la Starliner realizó un «encendido de arranque» significativo para distanciarse rápidamente y evitar colisiones, un procedimiento que hubiera sido innecesario si hubiese habido tripulación a bordo para control manual. Mientras la cápsula regresaba, los equipos en tierra monitorearon de cerca su rendimiento, especialmente los propulsores, observando incluso explosiones sónicas al reingresar en la atmósfera terrestre. Esta misión subraya la competencia en el sector espacial, donde SpaceX, liderado por Elon Musk, ha superado a Boeing como el principal medio de transporte de astronautas estadounidenses a la EEI en los últimos cuatro años.