Capital haitiana registra al menos 66 muertes o desapariciones entre enero y julio

La situación en Haití sigue deteriorándose gravemente, como evidencia un informe reciente de la Red Nacional de Defensa de los Derechos Humanos (Rnddh). Entre enero y julio de este año, al menos 66 personas, incluidas cuatro de la Policía Nacional Haitiana, 15 mujeres y un menor, murieron o desaparecieron en Gressier y Carrefour, al sur de la capital. El informe detalla cómo los bandidos armados, disfrazados con uniformes policiales y utilizando vehículos con sirenas, han establecido un sistema de extorsión a los residentes, exacerbando un clima de terror y desesperación.

Las intervenciones policiales en estas áreas han sido mínimas y sin éxito, dejando a las comunidades a merced de la violencia desenfrenada. Este periodo ha visto un aumento dramático de actos violentos, incluidas violaciones en grupo y secuestros, dejando profundas cicatrices en las víctimas y testigos. El informe señala el saqueo y la ocupación ilegal de viviendas, además de la destrucción de propiedades y vehículos. Además, se han establecido peajes ilegales y un sistema de cobro diario en mercados, mostrando el control de facto que ejercen estas bandas sobre vastas áreas.

La comunidad internacional y el gobierno haitiano han mostrado una incapacidad para responder eficazmente a esta crisis. La Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MMAS), liderada por Kenia, ha sido criticada por su ineficacia, mientras que los líderes políticos locales parecen más concentrados en su propia seguridad que en la de la población general. Esta falta de acción ha permitido que los criminales operen con impunidad y audacia crecientes.

La Rnddh hace un llamado urgente a una acción más efectiva y comprometida para proteger a los ciudadanos de Haití, cuyos derechos fundamentales están siendo violados sistemáticamente. El informe finaliza con una nota sombría sobre la desilusión y la pérdida de esperanza entre los ciudadanos, cuestionando la eficacia de las medidas tomadas por las autoridades y la comunidad internacional para restaurar la paz y el orden en la nación.