Residentes en los sectores de Buenos Aires, El Indio, La Ureña, Bayona, entre otros temen que se abandonen los trabajos de saneamiento y transformación de la cañada de Guajimía y pasen otros períodos sin la solución definitiva a esta problemática.
Roberto Báez, comunitario y representante de la Junta de Vecinos para este proyecto del sector de Buenos Aires de Herrera, manifestó que teme que no se tome en cuenta en el presupuesto general de la nación, dando al traste con lo logrado hasta la fecha.
“Tengo 16 años con este proyecto. Hemos logrado bastante, pero aún falta mucho más. El temor de los comunitarios es que pasen años y se olviden de esta solución tan importante para mejorar la vida de la gente a quienes afecta esta cañada”, expresó Báez.
Asimismo, Ángel José Bocio Fortuna, residente en el sector Guajimía en Herrera, explicó que, de los 138 millones de dólares aprobados para este proyecto, solo se ha entregado una partida de 50 millones, indicando que, si no son entregados los 88 millones restantes, quedará la obra inconclusa.
“Aún no ha iniciado esa construcción y tememos que el buen trabajo realizado hasta el momento quede a medio término. Es por eso que hacemos un llamado a las autoridades competentes para que desembolsen el dinero restante y así la empresa contratista pueda trabajar y darnos la alegría de ver esta obra finalizada después de tantos años de espera”, manifestó.
Sostuvo que, de no construir una planta de tratamiento, será en vano el saneamiento de la cañada, porque esta es la que va a permitir que todas las aguas residuales sean tratadas.
Bocio Fortuna indicó que cuando se nubla, los habitantes más cercanos a la cañada sienten temor, debido a las lluvias torrenciales que inundan sus hogares, dañando sus ajuares. “Es una verdadera incertidumbre a la que se someten, sin contar con el mal olor que destila el afluente, que enferma y degrada su calidad de vida”.
Los trabajos de saneamiento y transformación de la cañada de Guajimía, iniciaron en 1996 durante el mandato del expresidente Leonel Fernández. Actualmente están trabajando en la fase 2 con un avance calificado por los comunitarios de la zona como “tímido” y “lento”.
Fuente: Acento.