Washington (EFE).- El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, emitió un comunicado en el que asegura que Washington concluye, con base en “pruebas abrumadoras”, que el opositor Edmundo González fue el ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio en Venezuela.
Las autoridades electorales venezolanas anunciaron el domingo que, con el 80 % de escrutinio, el ganador fue con un 51,2 % de los votos Nicolás Maduro y desde entonces no proveen un escrutinio completo, lo que suscitó las sospechas de fraude de Estados Unidos, que fue cauteloso hasta conocer los datos con todos los pormenores por mesa electoral, que Caracas no ha provisto.
“Abrumadoras pruebas” a favor de la victoria de González Urrutia en Venezuela
“Tras las abrumadoras pruebas, es claro para los Estados Unidos, y sobre todo para el pueblo venezolano, que Edmundo González Urrutia ganó la mayoría de votos en las elecciones presidenciales de Venezuela el 28 de julio”, indicó Blinken.
Estados Unidos pidió a las partes implicadas en la crisis venezolana a abordar un proceso de transición que respete el deseo del desenlace electoral y dijo que apoyará un proceso de “restablecimiento de las normas democráticas” en Venezuela.
A comienzos de la semana Estados Unidos solicitó conocer las actas por mesa para pronunciarse y ha estado en contacto con Brasil, algo que cristalizó en una llamada entre el presidente estadounidense, Joe Biden, y el brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, para pedir transparencia y unos resultados pormenorizados al Gobierno de Maduro.
Blinken anunció que da por válido el escrutinio presentado por la oposición, liderada por María Corina Machado, que representa a 80 % de las mesas electorales y que muestran que González Urrutia “recibió la mayoría de votos con un margen insuperable”.
Las actas corroboran el resultado a favor de la oposición
Blinken recordó que las actas se “recibieron directamente desde las mesas electorales por toda Venezuela” y corroboran los sondeos a pie de urna y las conclusiones de observadores independientes y de conteos rápidos.
“Desde el día de la elección, hemos consultado intensamente a socios y aliados en todo el mundo y, pese a que cada país ha tomado diferentes caminos para responder, ninguno ha concluido que Nicolás Maduro ha recibido la mayoría de votos”, concluye el jefe de la diplomacia estadounidense.
Blinken recordó que la “rápida” declaración del Consejo Nacional Electoral (CNE) que daba la victoria a Maduro el domingo “vino sin ninguna prueba que la apoyara” y el organismo “no ha publicado datos desagregados y ningún acta todavía”, pese a los llamamientos internacionales a hacerlo.
El secretario de Estado apuntó a que la misión de observación del Centro Carter “ha despojado de toda credibilidad los resultados anunciados por el CNE”.
La oposición venezolana determinó, con base en actas obtenidas de manera independiente, que Edmundo González obtuvo cerca del 70 % de los votos, frente a los alrededor de 30 % de Maduro.
Maduro responde
Por su parte, Maduro instó a Estados Unidos a “sacar sus narices” del país caribeño, luego de que el Gobierno norteamericano dijera que el candidato de la oposición mayoritaria, Edmundo González Urrutia, fue el ganador de las presidenciales del pasado domingo, pese a que el ente electoral declaró la victoria del líder chavista.
“Estados Unidos debe sacar sus narices de Venezuela porque el pueblo soberano es el que manda en Venezuela, el que pone, el que elige, el que dice, el que decide”, dijo el jefe de Estado, cuyas declaraciones fueron transmitidas por el canal estatal VTV.
En respuesta al anterior pronunciamiento de Blinken, Maduro expresó: “El proceso en Venezuela, legalmente, constitucionalmente, institucionalmente, está todavía por completarse, y Estados Unidos hoy dice que tiene las actas y las pruebas”.
Asimismo, reiteró la denuncia de que el sistema electoral “sufrió un ataque brutal” que tuvo el objetivo de “evitar que hubiera resultados electorales”, razón por la que -explicó- introdujo ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) un recurso para aclarar “todo lo que haya que aclarar” sobre los comicios.