Londres (EFE).- Carlos Alcaraz derribó el muro de Daniil Medvedev, por 6-7 (1), 6-3, 6-4 y 6-4, y, en la pared más grande del tenis actual, la más difícil de explotar y casi imposible de saltar, encontró el español una grieta por la que colarse y dibujar su segunda final en Wimbledon, la que le puede deparar el cuarto Grand Slam de su aún corta carrera deportiva.
El pulpo, el muro, la muralla rusa cayó, y lo hizo porque se topó con el Alcaraz más brillante. Como era de esperar, el murciano, ‘in crescendo’ durante las dos semanas de torneo, tocó su punto más álgido cuando más lo necesitaba, cuando tuvo enfrente al jugador más talentoso de los seis que ha visitado en Wimbledon.
Alcaraz: “Sé cómo me voy a sentir en la final”
Alcaraz aseguró que sabe cómo se va a sentir en la final y que intentará mejorar lo que hizo el año pasado.
El murciano venció en cuatro sets a Medvedev y jugará la final de Wimbledon, contra Novak Djokovic, por segundo año consecutivo.
“Estoy encantado de poder jugar sin techo, con diferentes condiciones. Empecé muy nervioso, él dominaba, jugando un gran tenis con su servicio. Ha sido difícil para mí, pero he intentado quitarme los nervios. Me ha ayudado mucho ponerme 3-1 en el segundo set, he podido disfrutar un poco más e imponer mi juego”, dijo Alcaraz a pie de pista.
“He intentado hacer cosas diferentes. He intentado no jugar intercambios largos, jugar cortados, dejadas, subir a la red. No quería jugar su juego. Ha sido difícil tirar el muro”, agregó el español que jugará la final este domingo.
“Siento que no soy nuevo nunca más. Sé cómo me voy a sentir en la final, ya he pasado por ello. Voy a intentar lo que hice el año pasado y mejorar”, añadió.
El español volvió a hablar de fútbol y de la selección española, que se enfrentará a Inglaterra también el domingo en la final de la Eurocopa, y recibió un abucheo cariñoso del público.
“Va a ser un gran día para la gente española. No digo que España vaya a ganar, solo digo que va a ser un día divertido”, dijo el español entre risas.Categorías