El huracán Beryl, que recientemente alcanzó la categoría 2, ha dejado un rastro de destrucción en el Caribe y ahora ha atravesado la península de Yucatán en México, sin causar víctimas mortales ni heridos. A pesar de que su intensidad disminuyó a tormenta tropical, Beryl afectó áreas turísticas como Cancún y Tulum, resultando en el cierre de playas y la movilización de miles de militares para asistencia.
El ciclón provocó la evacuación de miles, incluidos muchos turistas, y causó cortes significativos de electricidad en el estado de Quintana Roo. La infraestructura aérea se vio temporalmente interrumpida, aunque las operaciones se restablecieron rápidamente una vez evaluados los daños.
Se reportan al menos 10 muertes en el Caribe debido al paso del huracán. Beryl, notable por alcanzar la categoría 5 en julio, un récord, también ha generado preocupaciones renovadas sobre el impacto del cambio climático en la intensificación de fenómenos meteorológicos extremos.
La tormenta se dirige ahora hacia el golfo de México y se espera que impacte el sur de Texas como un huracán de categoría 1 o 2 en los próximos días, lo que ha llevado a las autoridades a urgir preparativos y planes de emergencia en la región.