El huracán Beryl ha reducido su intensidad a categoría 4 mientras se dirige hacia Jamaica, después de haber causado al menos cinco muertes en el Caribe. Autoridades locales han confirmado tres fallecidos en Granada, uno en San Vicente y las Granadinas, y otro en Venezuela.
El Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos informó que Beryl podría debilitarse antes de llegar a Jamaica el miércoles, pero advirtió que aún podría impactar la isla con vientos peligrosos, marejadas ciclónicas, lluvias intensas e inundaciones repentinas.
Jamaica se encuentra en estado de alerta y ha preparado refugios de emergencia en Montego Bay y Kingston. El primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, instó a la población a abastecerse de alimentos, baterías, velas y agua, y a proteger sus documentos importantes.
Además de Jamaica, se han emitido advertencias de huracán para las Islas Caimán y la República Dominicana. Este último país ha puesto en alerta roja a las provincias de Barahona y Pedernales. Se prevén marejadas en las costas sur de Puerto Rico y La Española.
El huracán Beryl ya ha causado daños significativos en varias áreas del Caribe. En Granada, la isla de Carriacou fue devastada en cuestión de minutos, con dos personas muertas y una tercera fallecida en la isla principal de Granada. San Vicente y las Granadinas también sufrió graves daños con vientos y marejadas catastróficas, resultando en al menos una muerte confirmada.
En Venezuela, un hombre falleció debido al desbordamiento de un río en el estado Sucre. La reunión del bloque regional caribeño Caricom, prevista para esta semana en Granada, ha sido pospuesta debido a la emergencia.
El NHC ha instado a las Islas Caimán y áreas de la península de Yucatán y el Golfo de México a tomar medidas extremas ante la llegada de Beryl. Barbados ha experimentado fuertes vientos y lluvias torrenciales, causando inundaciones y daños a embarcaciones, aunque no se reportaron heridos. En Martinica, una alerta de tormenta tropical dejó a unos 10,000 hogares sin electricidad.
Beryl es el primer huracán de la temporada atlántica de 2024, que va de junio a noviembre. La formación de un ciclón tan potente a principios de temporada es rara. Según el experto Michael Lowry, solo se han registrado cinco huracanes importantes en el Atlántico antes de la primera semana de julio. La NOAA pronosticó una temporada activa, con la posibilidad de entre cuatro y siete huracanes de categoría 3 o más.
El Secretario Ejecutivo del fondo de la ONU para el Cambio Climático, Simon Stiell, señaló que la crisis climática está elevando los niveles de destrucción de los desastres naturales. El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, expresó su preocupación y ofreció el apoyo de la organización a las autoridades nacionales en necesidades sanitarias. En los últimos años, los fenómenos meteorológicos extremos, incluidos los huracanes, se han vuelto más frecuentes y devastadores debido al cambio climático.