La misión de seguridad apoyada por Naciones Unidas (ONU) para enfrentar a las bandas armadas que asolan a Haití se demoró por falta de fondos, infraestructura, tropas entrenadas y coordinación entre los representantes del Gobierno de Kenia -a cargo de la operación- y la cúpula policial de la isla caribeña que se resiste a ceder la autoridad efectiva en su propio territorio.
La ONU planificó que la misión de seguridad llegaría a Puerto Príncipe (Haití) antes que concluyera mayo, pero una sucesión de dificultades financieras, logísticas y de seguridad retrasaron el despliegue de las tropas que asignará Kenia junto a otros países como Jamaica, Chad, Belize, Bahamas y Argentina.
“Si no surgen otros inconvenientes, la misión arribará a fines de junio”, aseguraron a Infobae en el Departamento de Estado.
La operación de seguridad en Haití fue aprobada por el Consejo de Seguridad -con la abstención de China y Rusia-, es financiada casi en su totalidad por Estados Unidos y Kenia ejerce la representación formal. Canadá, Francia, Alemania y España también aportaron fondos, pero son recursos escasos ante los 1.000 millones de dólares que se necesitan al comienzo de la operación.
El Pentágono está involucrado en la misión a Haití y en las últimas semanas contrató un proveedor de internet y adquirió artículos de higiene y ropa de cama destinados a la base que ya montó en las proximidades del aeropuerto Internacional Toussaint Louverture (Puerto Príncipe).
Sin embargo, el capítulo logístico de la misión no se consolida. Kenia envió a sus representantes a Haití para revisar las instalaciones montadas por el Departamento de Defensa, y la conclusión de la visita sorprendió en Washington: los enviados del gobierno de William Ruto se quejaron por la ausencia de espacios dedicados a la recreación de los policías que llegarán desde Africa a Centroamérica.
Joe Biden saluda a William Ruto, presidente de Kenia, durante su visita oficial a la Casa Blanca
A pesar de los inesperados reclamos de Kenia, el Pentágono continúa a marcha forzada con sus planes vinculados a la logística y a la seguridad de la isla caribeña. En las últimas semanas desembarcaron en Haití cerca de 200 contratistas de Estados Unidos que protegerán al personal civil que dará respaldo a la operación avalada por la ONU.
El Pentágono contrató por 30 millones de dólares a la empresa GardaWorld Federal Services, que ya cumplió tareas similares en Afganistan cuando Estados Unidos operaba en ese país y necesitaba la protección extrema de sus oficinas diplomáticas y del personal civil que trabajaba a las órdenes del Departamento de Estado.
Biden se involucró en la misión de Haití y trató este asunto durante su encuentro oficial con William Ruto, presidente de Kenia. Ruto tiene una agenda compleja en su país y la oposición ha cuestionado su decisión política de enviar a 1.000 policías a Haití. Ese cuestionamiento desembocó en una presentación judicial que fue resuelta en las última semanas.