La República Dominicana conmemoró el 230 aniversario del nacimiento de María Trinidad Sánchez, heroína y mártir nacional, en un acto patriótico organizado por la Presidencia de la República y la Comisión Permanente de Efemérides Patrias, con la colaboración de la familia Sánchez. El evento comenzó a las 10:30 de la mañana con una caminata ceremonial hasta el altar del Panteón Nacional, donde se depositó una ofrenda floral y se llevó a cabo un ritual en la llama votiva, culminando con la interpretación del Himno Nacional.
Juan Pablo Uribe, presidente de la Comisión, destacó en su discurso el legado de María Trinidad Sánchez, resaltando su lealtad, honor, y valentía. Recordó su papel crucial en la lucha por la independencia dominicana y cómo su vida y sacrificio representan un ejemplo de fuerza y resolución que debe ser emulado por las futuras generaciones para defender la soberanía y la identidad nacional.
María Trinidad Sánchez, nacida el 16 de junio de 1794 en Santo Domingo, fue una figura destacada en los esfuerzos separatistas dominicanos contra el gobierno haitiano. Colaboró en la confección de la primera bandera dominicana y jugó un papel activo en el suministro de municiones para los combatientes de la independencia, transportando pólvora bajo su falda. Fue ejecutada el 27 de febrero de 1845, convirtiéndose en víctima del primer crimen político en la historia de la República Dominicana.
El acto también contó con la presencia de José Sánchez, descendiente directo de la heroína, y Gustavo Ubri, director del Panteón Nacional, junto a otras personalidades de la vida nacional y servidores públicos, todos reunidos para rendir homenaje a una de las madres fundadoras de la nación dominicana.