El fallo emitido por un tribunal del norte de China condenó el martes a pena de muerte al ex director general del gestor estatal de activos Huarong por el delito de aceptar sobornos.
El condenado, Bai Tianhui, fue hallado culpable de recibir sobornos por un valor que supera los 1,100 millones de yuanes (aproximadamente 154 millones de dólares), según lo informado por una corte en la ciudad de Tianjin, citada por la agencia oficial Xinhua.
El tribunal resaltó el «grave impacto social» causado por las acciones de Bai, así como las «abultadas pérdidas» ocasionadas al Estado.
Huarong, uno de los cuatro «bancos malos» de China, fue fundado en 1999 con el propósito de manejar las insolvencias en el sistema bancario del país tras la crisis financiera asiática. Sin embargo, bajo la dirección de Lai Xiaomin, quien asumió la presidencia del grupo en 2012, se convirtió en un consorcio financiero que incursionó en activos de alto riesgo y salió a bolsa en Hong Kong en 2015.
Lai fue arrestado en 2018 y ejecutado en 2021 luego de ser condenado por aceptar sobornos equivalentes a unos 280 millones de dólares, entre otros cargos. Este proceso judicial fue calificado por la prensa oficial como el «mayor caso de corrupción financiera» en la historia de China.
A fines de 2023, Huarong anunció un acuerdo para adquirir el 5 % de su máximo accionista, el banco de inversión público Citic, por unos 1746 millones de dólares. Esta operación representó una especie de devolución del capital que Citic había invertido en el rescate público de Huarong, que posteriormente cambió su nombre a China Citic Financial Asset Management para aprovechar la marca de su principal accionista.