El ataque israelí en un campo de refugiados en Rafah el pasado domingo ha desencadenado una fuerte condena internacional, lo que llevó al Consejo de Seguridad de la ONU a celebrar una reunión de emergencia este martes, 28 de mayo de 2024.
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, fue uno de los primeros en condenar el ataque, instando a poner fin a la violencia. En un comunicado, expresó su condena por las acciones de Israel que resultaron en la muerte de decenas de civiles inocentes que buscaban refugio en el campo de refugiados en Rafah. Guterres enfatizó que no hay ningún lugar seguro en Gaza y llamó a poner fin a este mortífero conflicto.
El ataque aéreo israelí tuvo lugar en un campamento de tiendas de campaña para desplazados en Rafah, al sur de Gaza, resultando en la muerte de aproximadamente 45 palestinos, incluyendo muchos niños. El campamento estaba ubicado en una «zona segura» donde cientos de personas desplazadas buscaban refugio.
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, describió la muerte de civiles en Rafah como un «trágico percance». El Ejército israelí defendió la operación, alegando que se basó en inteligencia precisa y tenía como objetivo eliminar a dos altos mandos de Hamás. Sin embargo, reconocieron que el ataque provocó un incendio que resultó en numerosas víctimas mortales.
La comunidad internacional, en medio de la indignación por el ataque, está presionando a Israel para que realice una investigación exhaustiva y transparente sobre lo sucedido en Rafah. La situación sigue siendo tensa y se espera que se tomen medidas adicionales para abordar la violencia en la región.