Las autoridades de salud de Estados Unidos están en estado de alerta ante un preocupante incremento en los casos de una enfermedad bacteriana poco común que puede desencadenar meningitis, según señalaron esta semana.
En una alerta dirigida a los profesionales médicos, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EEUU informaron que en 2023 se registraron 422 casos de una forma de enfermedad meningocócica invasiva, la cifra más alta desde 2014.
Hasta la fecha, ya se han reportado 143 casos en lo que va de 2024, lo que sugiere que los casos de meningitis superarán probablemente los números de 2023, según indicaron los CDC.
Aunque la mayoría de los casos del año pasado no estuvieron relacionados con meningitis, al menos 17 pacientes fallecieron. Según el informe, las infecciones fueron más frecuentes en adultos de entre 30 y 60 años, personas negras y aquellos con VIH.
La advertencia de los CDC surge después de que el Departamento de Salud de Virginia alertara sobre un aumento de los casos relacionados con la misma forma grave y poco común de enfermedad meningocócica en 2022.
Esta enfermedad puede provocar meningitis, una inflamación peligrosa del cerebro y la médula espinal. Los síntomas pueden incluir fiebre, dolor de cabeza, rigidez en el cuello, náuseas y vómitos, de acuerdo con los CDC.
Además, la bacteria puede causar una infección en el torrente sanguíneo con síntomas como escalofríos, fatiga, manos y pies fríos, respiración acelerada, diarrea o una erupción púrpura oscuro en etapas avanzadas.
Aunque los antibióticos pueden tratar la infección, la pronta intervención es esencial, señalaron los CDC. Se estima que entre el 10% y el 15% de las personas infectadas fallecen, y los sobrevivientes pueden experimentar sordera o amputaciones. Por suerte, existen vacunas que protegen contra esta enfermedad.
Los CDC recomiendan que todos los niños reciban una vacuna antimeningocócica conjugada alrededor del momento en que ingresan a la escuela secundaria. Además, dado que la protección de la vacuna disminuye con el tiempo, se sugiere una dosis de refuerzo a los 16 años.
También se recomiendan vacunas para personas con mayor riesgo, como aquellas que viven en áreas afectadas por un brote o que tienen VIH u otras condiciones de salud que comprometen el sistema inmunitario.