Las autoridades judiciales han recomendado este miércoles a los jueces que consideren la delicada situación de la cárcel de La Victoria, en Santo Domingo Norte, tras el incendio que causó la muerte de 13 personas, y que eviten enviar nuevos reclusos allí «hasta nuevo aviso».
Mientras continúa la investigación para evaluar las condiciones actuales de la penitenciaría después del incendio, el número de reclusos en la prisión se ha reducido en 150 este día. De estos, 50 fueron trasladados a Azua y 100 a San Juan de la Maguana.
En total, 1,169 reclusos de La Victoria han sido redirigidos a 13 prisiones diferentes tras el incidente.
Además, especialistas en salud mental están visitando regularmente a los presos en La Victoria después de las pérdidas humanas y materiales ocurridas. Organizaciones sin fines de lucro e iglesias están colaborando en la recuperación de objetos, escombros y suministros esenciales como agua y alimentos.
Sin embargo, la cantidad de familiares que visitan a los presos diariamente ha disminuido significativamente después del incendio. Solo cinco familias se han acercado a La Victoria para obtener información sobre sus seres queridos.
Los principales efectos secundarios que están experimentando los reclusos en la actualidad, según expertos en salud mental, son la ansiedad y la aflicción.