El nitazeno, un nuevo opioide que supera en potencia al temido fentanilo, está generando preocupación en Estados Unidos debido a su creciente incidencia en muertes por sobredosis, según informó La Voz de América.
Citando un reciente informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU., el medio señala un preocupante aumento en los casos mortales, especialmente en el estado de Tennessee.
Aunque los nitazenos fueron desarrollados hace casi seis décadas como posibles analgésicos, nunca recibieron la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para su uso.
De acuerdo con los investigadores de los CDC, estos compuestos son «significativamente más potentes que el fentanilo», siendo «un opioide mil veces más potente que la morfina y 40 veces más potente que el fentanilo».
El Dr. Carlos Riveros, especialista en medicina interna, expresó su preocupación ante esta crisis de opioides, señalando que aún no se ha realizado el esfuerzo suficiente para abordarla de manera efectiva.
El reporte también menciona el cierre en 2019 de la oficina de la Administración de Control de Drogas de EE. UU. (DEA) en Montevideo, tras años de tensiones con las autoridades locales, según exfuncionarios de la DEA.
Desde 2019, se han registrado hasta 200 muertes relacionadas con nitazenos, lo que ha contribuido al aumento de la crisis de opioides en el país. Los síntomas de estas sustancias son similares a otros opiáceos, pudiendo llevar incluso a la muerte.
La naloxona, conocida como Narcan, se ha mostrado efectiva para revertir sobredosis de nitazenos, aunque en algunos casos se necesitaron múltiples dosis. En Estados Unidos, está disponible en farmacias sin necesidad de receta médica como parte de los esfuerzos para combatir los efectos de los opioides.
El análisis del impacto de los nitazenos por parte de los CDC revela que la mayoría de las muertes se atribuyeron a isotonitazena, aunque en 2021, la mayoría estuvo asociada con metonitazena. Las sobredosis generalmente involucraron múltiples sustancias, siendo la inyección la vía de administración más común.
El aumento en las muertes por sobredosis de nitazenos refleja una realidad preocupante en la lucha contra la crisis de opioides en Estados Unidos, donde se continúan buscando medidas efectivas para enfrentar este problema de salud pública.