El Papa Francisco expresó su preocupación por la situación en Haití durante su rezo del Ángelus, destacando la necesidad de que el país caribeño cuente con instituciones sólidas que restauren el orden y la tranquilidad para sus ciudadanos. Hizo un llamamiento a la comunidad internacional para que apoye a Haití en este difícil momento, especialmente en la liberación de todos los rehenes, incluidos los dos religiosos que aún permanecen secuestrados.
La liberación reciente de cuatro de los seis religiosos secuestrados fue un alivio, pero la situación sigue siendo tensa, con grupos criminales realizando numerosos secuestros con fines de extorsión. La dimisión del Primer Ministro y el control casi total de la capital por parte de bandas criminales han empeorado aún más la situación.
Organizaciones como la Organización Internacional para las Migraciones han señalado que la violencia reciente ha obligado a cientos de miles de haitianos a huir de sus hogares, exacerbando una crisis humanitaria ya grave.
En cuanto a otros conflictos en el mundo, el Papa también pidió por la paz en Ucrania, Palestina, Israel, Sudán del Sur y Siria, recordando a estas poblaciones que sufren las consecuencias devastadoras de la guerra.