El testamento de un abuelo desencadenó una disputa familiar intensa en el seno de una familia británica. Tras su fallecimiento en 2020, los tribunales han estado encargados de distribuir su patrimonio entre sus familiares, pero cinco de sus nietas quedaron prácticamente excluidas debido a que no lo visitaban con regularidad.
Frederick Ward fue quien tomó esta decisión en su testamento. A sus 91 años, se sintió «decepcionado» por la falta de atención de estas nietas, especialmente durante sus momentos de salud más vulnerables. Por esta razón, les dejó una suma considerablemente menor en comparación con otros beneficiarios.
A pesar de que Ward, un exmilitar británico, tenía una fortuna valuada en 500.000 libras esterlinas, apenas les legó 50 libras a cada una de sus cinco nietas, lo que equivale a menos del 1% de su herencia.
Las afectadas son hijas de Fred Ward Jr., hijo del anciano y propietario de la herencia. Aunque un primer testamento contemplaba una distribución equitativa entre los herederos, después del fallecimiento de Fred Jr., las relaciones familiares se distanciaron, y las cinco nietas quedaron prácticamente excluidas de la fortuna.
El juez James Brightwell, a cargo del caso, falló a favor del testamento de Ward, lo que provocó la consternación de las hermanas. El magistrado señaló que la decisión del abuelo se basaba en su desilusión por la escasa atención recibida por parte de las nietas, especialmente después de la muerte de su hijo.
Esta situación se vio reflejada en un incidente en el que una de las nietas se casó y no recibió una porción de pastel de bodas. Así, el deseo final del anciano prevaleció en el litigio, dejando a las cinco nietas con una mínima parte de su legado.