El Colectivo rechaza la expansión de Barrick Gold y otras mineras hacia la Loma de Los Siete Picos y Loma Novillero, la instalación de una presa de cola en Cuance y las concesiones que abarcan desde la Sierra de Yamasá
José Rafael Sosa
LA VEGA. El Colectivo de Organizaciones Ambientales inició el pasado domingo una marcha hacia el Palacio Nacional para exponer el peligro que subyace contra las aguas del país como consecuencia de un conjunto de proyectos mineros que considera improcedentes e irresponsables.
En la marcha iniciada este pasado domingo por parte de miles de personas, se establece que en el país están en curso iniciativas mineras que atentan contra la vida por la vía de la contaminación y desaparición de fuentes de agua potable que resultan básicas para el consumo humano.
El Colectivo, en un manifiesto leído por su vocero, el biólogo Luis Carvajal, dice que entre esos proyectos que rechazan están: expansión de Barrick Gold y otras mineras hacia la Loma de Los Siete Picos y Loma Novillero, la instalación de una presa de cola en Cuance y las concesiones que abarcan desde la Sierra de Yamasá hasta el pie de monte de Los Haitises y que afectarían, según indican en el documento, además del río Ozama, a todas las aguas superficiales y subterráneas que fluyen hacia la sabana de Guabatico.
La Cooperativa Vega Real, una de las participantes en la dirección del Colectivo, indico mediante su líder, el licenciado Yanio Concepción, que no es posible que las autoridades ignoren el peligro ambiental que representan estas iniciativas que solo buscan el lucro de las empresas mineras en perjuicio de la vida y la salud de las comunidades nacionales.
Concepción establece que tanto la cooperativa que representa, como las organizaciones comunitarias y civiles agrupadas en el Colectivo, no cesarán su lucha para impedir que estos proyectos mineros, sean detenidos y se garantice la integridad de las fuentes de agua que serían afectadas indudablemente de aprobarse.
El texto del manifiesto leído por Luis Carvajal, es el siguiente:
¨El presente y el futuro de la República Dominicana están seriamente comprometidos como resultado de las políticas que han impulsado de manera continua y persistente todos y cada uno de los gobiernos que las han aplicado y de la voracidad de los poderes fácticos que se han nutrido y se nutren bajo un modelo que degrada y enajena el patrimonio natural, empobrece a las comunidades y amenaza la supervivencia de la nación dominicana.
Hoy marchamos al Palacio Nacional para exigir y expresar nuestra firme y definitiva oposición a la política minera que ha concesionado la casi totalidad de las cuencas productoras de agua y que ignora nuestra condición de isla, las fragilidades del territorio y, sobre todo, las necesidades e intereses de las comunidades y toda la población.
Marchamos para expresar la negación del permiso social al proyecto de expansión de Barrick Gold y otras mineras hacia la Loma de Los Siete Picos y Loma Novillero, la instalación de una presa de cola en Cuance y las concesiones que abarcan desde la Sierra de Yamasá hasta el pie de monte de Los Haitises y que afectarían, además del río Ozama, todas las aguas superficiales y subterráneas que fluyen hacia la Sabana del Guabatico.
Marchamos para exigir el cese de las explotaciones de Belfond en el Bahoruco Oriental y la inmediata restauración de las áreas que producen el agua necesaria para la vida y el desarrollo del Suroeste, incluyendo el canal Nizaito y los acueductos de 28 comunidades.
Marchamos contra la irracionalidad de concesionar a la minería la zona de producción de las aguas que alimentan las presas de Sabaneta, Sabana Yegua, la presa en construcción de Monte Grande, las que fluyen hacia el río Dajabón o Masacre, las concesiones en el Cerro de Chacuey, las que alimentan la cuenca alta y media del Yaque del Norte, así como las que fluyen desde las serranías de la Cordillera Central hacia la región Norte y Noroeste.
Marchamos para exigir el cumplimiento de los pasivos ambientales y sociales de la Barrick y de Falconbridge, que han desplazado poblaciones, contaminado sus suelos, agua y aire, enfermado comunidades y evadiendo de manera descarada el cumplimiento de sus obligaciones legales y, con complicidad de las autoridades, las sustituyen por campañas mediáticas e irreales de imagen¨ dice finalmente.