Una mujer recibió una suma de US $10,000 del gobierno de Estados Unidos como parte del programa de apoyo a familias de bajos recursos y decidió gastarlo en un viaje a Miami.
Durante su estadía en la ciudad, Canethia Miller utilizó el dinero para comprar ropa nueva para sus hijos, visitar un centro de belleza donde gastó US $180, disfrutar de cenas en restaurantes de lujo y realizar un paseo en barco para ver las mansiones más lujosas de la zona.
En una entrevista con el NY Post, Miller expresó que sus hijos pudieron vivir una experiencia que de otra manera no habría sido posible sin esos fondos. El programa «Familias Fuertes, Futuros Más Fuertes» fue diseñado para brindar apoyo a personas con necesidades financieras.
A pesar de algunas críticas por sus gastos extravagantes, Miller defendió sus decisiones argumentando que quería inspirar a sus hijos y enseñarles que con esfuerzo podrían aspirar a lujos como una mansión. Sin embargo, tras gastar todo el dinero, solicitó nuevamente ayuda financiera, alegando dificultades económicas debido al nacimiento de su tercer hijo.
Aunque fue criticada por el uso aparentemente irresponsable de los subsidios, Miller anunció que comenzará a trabajar de forma remota con un salario de US $30 por hora, destacando que esta oportunidad laboral se debió a la confianza ganada gracias al programa de ayuda.
En sus declaraciones, Miller también señaló la falta de educación financiera en muchas comunidades, lo que contribuye a la situación de pobreza y a la ausencia de activos heredables como viviendas.