En las redes sociales han reportado que en un punto de la capital fue quemada una cabina del cajero ‘Chivo’, donde se hacen transacciones con criptomonedas.
RT.-Miles de salvadoreños tomaron las calles de San Salvador este miércoles, en el Día de la Independencia del país centroamericano —celebración que comparten con Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica—, para protestar en contra del Gobierno de Nayib Bukele.
Los descontentos, en su mayoría vestidos con camiseta blanca, marcharon desde diferentes puntos y se concentraron en la plaza Francisco Morazán de la capital salvadoreña, ubicada en el centro histórico de la urbe.
En algunas de las pancartas que portaron se puede leer: «Fuera dictadura», «no al bitcóin», «no queremos bitcóin en El Salvador», «resistencia y rebeldía popular contra el régimen de Bukele», «El Salvador dice no a las reformas constitucionales», «basta de corrupción», entre otros mensajes.
Aunque la mayor parte de la manifestación ha sido pacífica, en las redes sociales han reportado que en un punto de la capital fue quemada una cabina del cajero ‘Chivo’, donde se hacen transacciones con bitcóin, que fue instalada hace pocas semanas.
«Marchamos por la defensa de nuestro territorio saqueado, arrebatado y torturado en nombre de Dios, de la democracia y de la República», dijo, ante un micrófono, una de las manifestantes, a las afueras de la Universidad de El Salvador, uno de los puntos desde donde comenzaron a marchar.
Otra de las participantes de la marcha señaló ante la prensa que esta es la única manera de «impedir que este Estado salvadoreño se vuelva un Estado dictatorial».
Ante estas acusaciones de autoritarismo de la oposición, el oficialismo hizo gala de no reprimir las protestas, que en algunos sectores se tornaron violentas.
El propio presidente Bukele ironizó en un mensaje enviado desde su cuenta de Twitter: «¿Y la dictadura?», escribió.
Los detonantes de las protestas
La multitudinaria manifestación se da ante varias acciones que la administración de Bukele ha hecho en los últimos meses.
En mayo pasado, se instaló la nueva Asamblea Legislativa de mayoría oficialista que, apenas posesionada, destituyó a cinco miembros de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia y al Fiscal General, Raúl Melara.
A principios de junio, el Parlamento dio luz verde a la ley que permite usar el bitcóin como moneda de curso legal en el país; cuestión que entró en vigencia el pasado 7 de septiembre.
El 31 de agosto, el mismo Congreso aprobó varias reformas a dos leyes, concretamente a la Ley de la Carrera Judicial y a la Ley Orgánica de la Fiscalía General, con el objetivo de facultar el cese de sus cargos a jueces y fiscales mayores de 60 años o con más de 30 años de servicio, así como facilitar el traslado de estos.
Asimismo, el pasado 3 de septiembre, la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de El Salvador autorizó la reelección inmediata de un presidente para un segundo mandato de cinco años, a pesar de que la Constitución salvadoreña lo prohíbe de forma explícita e incluso la castiga con la pérdida de derechos.
Con esta resolución, Bukele podrá competir en las presidenciales de 2024 y, si ganara las elecciones, gobernaría durante un segundo quinquenio.
Actualmente también está en marcha un anteproyecto para hacer más de reformas a la Constitución, que incluyen lo concerniente al período y la reelección presidencial, y la apertura de una vía para establecer un partido único en el país.
De momento, en medio de las manifestaciones, Bukele, bastante activo en la redes sociales, se ha limitado a felicitar a El Salvador y a Centroamérica por el Día de la Independencia.
«Tus primeros 200 años no fueron los mejores, pero los 200 que vienen sí pueden serlo, todo dependerá de nosotros. Saludemos la patria orgullosos», escribió.