Aunque las madres chinas sueñan con ver a sus hijas casadas y con nietos correteando, las jóvenes están cambiando las reglas del juego. El año pasado, la población china disminuyó por primera vez en 60 años, y la tasa de fertilidad alcanzó mínimos históricos. ¿Matrimonios y bebés? Parece que las nuevas generaciones tienen otros planes.
«Desanimados por la ralentización de la economía y el aumento del desempleo, los jóvenes chinos también se alejan de las opciones tradicionales de sus padres. El resultado es un quebradero de cabeza para el Partido y dista mucho del rejuvenecimiento nacional que ha reclamado el líder del país, Xi Jinping», publicó la BBC sobre el tema.
¡Increíble pero cierto! En Zhejiang, una pequeña ciudad de China, ¡la propuesta fue ofrecer 1.000 yuanes (unos 137 dólares) como «recompensa» a las parejas si la novia tenía 25 años o menos! 🙀💑 La noticia causó revuelo, con vecinos tildando al gobierno local de insensato. ¿Dinero suficiente para decidir el futuro matrimonial? Las críticas llovieron sobre esta inusual estrategia. ¡La búsqueda del amor en China parece tener giros inesperados!
Ahora, las autoridades han propuesto un «periodo de reflexión de 30 días» para parejas que quieran separarse o divorciarse. ¿Demasiado tiempo o necesario para reconsiderar? 😲💔 La idea generó preocupaciones sobre restricciones a la libertad personal y cómo afectaría a mujeres que sufren violencia doméstica.
Los expertos creen que la población china de solteros está formada por dos grupos incompatibles: las mujeres urbanas y los hombres rurales. Los hombres rurales luchan contra las expectativas económicas, como el alto precio de la novia y un trabajo seguro que pueda mantener a una familia. Y esto, a su vez, parece estar animando a las mujeres de las zonas rurales a tomarse más tiempo a la hora de elegir pareja.
«Cuando volví a casa por el Año Nuevo chino, me sentí increíble siendo una mujer en el mercado matrimonial de la China rural», dice Cathy Tian, de 28 años, quien trabaja en Shanghai.
Dice que le preocupaba que la consideraran «un poco mayor» en la provincia septentrional de Anhui, donde las mujeres suelen casarse a los 22 años. Pero descubrió lo contrario.
«Yo no tengo que aportar nada, pero el hombre tiene que tener una casa, un coche, una ceremonia de compromiso y pagar el precio de la novia. Me sentí en la cima de este mercado matrimonial».
Las mujeres jóvenes dicen que tener un hijo ya no es una obligación, es una elección.
Las mujeres urbanas, por otro lado, dicen que lo que les preocupa es la brecha cada vez mayor entre cómo ven el matrimonio y cómo lo ve el resto de la sociedad. «No hay ansiedad dentro de mí», dice Chen. «Mi ansiedad viene de fuera.»
En China, «criar a tus hijos como si tu cónyuge hubiera muerto» se ha convertido en una frase común entre las madres jóvenes. Significa que los maridos no hacen las tareas del hogar ni comparten el trabajo de ser padres.