El 13 de septiembre se celebra el Día Internacional del Chocolate. Esto fue instaurado en 1955 como un homenaje a Roald Dahl –autor de ‘Charlie y la Fábrica de Chocolates’– y a Milton Hersheys.
Más allá de ser un ingrediente que conquista los paladares de las personas, independientemente de su edad, el chocolate, sobre todo el negro y amargo, proporcionan distintos beneficios a nuestra salud. Esto siempre y cuando se consuman en las cantidades adecuadas.
El origen natural del grano, es decir del cacao, es la razón de por qué es considerado un alimento beneficioso. El cacao puro y sin mezclar tiene la presencia de flavonoides, destacados por facilitar la dilatación de las arterias de nuestros riñones, lo cual podría contribuir a regular el aporte de oxígeno y de nutrientes que llegan a estos órganos.
De manera específica el chocolate negro puede contribuir a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Así lo establece un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Harvard “Chocolate consumption is inversely associated with prevalente coronary hear deseases”.
Es de resaltar que esto no sucede al consumir chocolate con leche o chocolate blanco. Pero en cantidades apropiadas puede ayudar a prevenir este tipo de padecimientos, “aunque sólo si a la vez evitamos comer otros alimentos de alto contenido calórico, con el fin de mantener un peso estable”, sostiene un documento del Hospital Alemán.
Existen otras ventajas que se le han atribuido a este dulce, protagonista del Día Internacional del Chocolate.
Incrementa la actividad antioxidante, ya que los flavonoides pueden proteger los tejidos del estrés oxidativo, es decir, previenen el envejecimiento prematuro de las células.
Disminuye el colesterol malo.
Reduce la presión arterial.
Mejora el metabolismo de la flora intestinal.