Un dron explosivo impactó en el interior de una base militar con presencia de personal estadounidense en el norte de Irak. El ataque causó daños materiales en uno de los edificios de la base Al Harir, pero no dejó víctimas mortales ni heridos. Este ataque fue reivindicado por la denominada Resistencia Islámica en Irak, un grupo de milicias proiraníes que ha intensificado sus ataques contra instalaciones con presencia de Estados Unidos en Irak y Siria en el último mes.
Estas milicias han llevado a cabo más de 60 ataques contra objetivos con presencia de EE.UU. en la región desde mediados de octubre, como respuesta a la presencia estadounidense en Oriente Medio en apoyo a Israel. A pesar de los esfuerzos del gobierno iraquí por detener estos ataques, continúan ocurriendo de manera frecuente.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, visitó Bagdad recientemente para advertir que su país «tomará cualquier paso necesario para proteger» a su personal en Oriente Medio. La situación en la región sigue siendo tensa debido a estos ataques y la rivalidad entre grupos proiraníes y la presencia estadounidense en la zona.