El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, expresó su asombro este miércoles ante las malinterpretaciones de sus palabras, particularmente por parte de Israel, en relación con sus comentarios anteriores sobre el grupo islamista palestino Hamás, al que nuevamente condenó por sus acciones.
Estas declaraciones buscan abordar las críticas intensas que recibió, principalmente desde Israel, después de una frase que pronunció en el Consejo de Seguridad el día anterior. En esa ocasión, Guterres mencionó que los ataques de Hamás del 7 de octubre no surgieron de la nada, sino que fueron consecuencia de «56 años de asfixiante ocupación».
En una declaración sin preguntas realizada a su llegada al Consejo de Seguridad el miércoles, Guterres subrayó que había condenado inequívocamente los actos de terror de Hamás en Israel, describiéndolos como «horribles y sin precedentes». Además, señaló que nada justifica el asesinato deliberado, el secuestro de civiles ni el lanzamiento de cohetes contra objetivos civiles.
A pesar de reconocer los agravios sufridos por el pueblo palestino, Guterres reafirmó que estos no pueden justificar los atroces ataques perpetrados por Hamás. Aclaró que su objetivo al hacer estas declaraciones era proporcionar claridad, como muestra de respeto a las víctimas y sus familias.
La declaración de Guterres del miércoles no mencionó la inusual solicitud de dimisión proveniente de Israel ni las críticas de otros aliados de Israel, como el Reino Unido, que ha instado a Guterres a retractarse de sus palabras.
El embajador israelí ante la ONU, Guilad Erdán, anunció que Israel rechazaría visados a los representantes de las Naciones Unidas como respuesta a estos acontecimientos y mencionó que ya han comenzado a aplicar esta política. También expresó su deseo de «darles una lección» a los altos funcionarios de la ONU en una entrevista con la radio del Ejército israelí.