En Haití, se llevó a cabo un evento para recaudar fondos destinados a terminar la construcción de un canal que busca desviar agua del río Masacre, que sirve como frontera natural entre Haití y la República Dominicana. El Gobierno dominicano ha considerado esta construcción como ilegal y ha tomado medidas en protesta.
El pastor Jean Baptiste Jean-Claude, que forma parte de la organización detrás del evento, afirmó que la construcción del canal representa la posibilidad de un «nuevo Haití». Agregó que, a pesar de las diferencias y problemas entre ambos países, esta iniciativa ha encontrado apoyo en Haití y representa un punto de unidad.
En Haití, que enfrenta una profunda crisis en diversos aspectos, se ha visto un amplio respaldo a la construcción de este canal. Para muchos, esta obra simboliza esperanza, cambio y una oportunidad para que Haití sea más autosuficiente y no dependa tanto de su país vecino, la República Dominicana.
El proyecto ha generado controversia debido a las preocupaciones dominicanas sobre su impacto ambiental y técnico. Como resultado, la República Dominicana ha exigido la paralización de la obra, y en respuesta, el Gobierno dominicano cerró temporalmente sus fronteras con Haití, una medida que ha afectado el comercio y las relaciones bilaterales.
Hasta ahora, las autoridades haitianas han mantenido su decisión de continuar con la construcción del canal, argumentando que beneficiará a las zonas agrícolas al proporcionar acceso al agua.
La situación continúa siendo un tema de preocupación y disputa entre ambos países, y la Organización de Estados Americanos (OEA) ha sido informada sobre el asunto.