La situación en Gaza es extremadamente preocupante debido a los ataques israelíes que han forzado a un gran número de personas a abandonar sus hogares. Según la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas, aproximadamente 1.4 millones de personas, lo que equivale a casi dos tercios de la población de Gaza, han dejado sus hogares como resultado de los ataques israelíes. Muchos de estos desplazados se refugian en instalaciones de la Agencia de Naciones Unidas para la Población Refugiada de Palestina (UNRWA), mientras que otros buscan refugio en iglesias, hospitales y edificios públicos.
La situación en estos refugios es precaria, con hacinamiento y falta de suministros básicos, como agua potable, lo que ha aumentado las tensiones entre los desplazados. Además, se informa que al menos un millar de personas están desaparecidas en Gaza, posiblemente atrapadas bajo los escombros de edificios destruidos por los ataques. Equipos de rescate de la Defensa Civil Palestina están haciendo esfuerzos para encontrar a estas personas a pesar de los continuos ataques aéreos y la escasez de combustible.
El número de víctimas en Gaza es alarmante, con miles de heridos y un gran número de viviendas y edificios dañados o destruidos. La situación humanitaria se agrava por el asedio que ha dejado los pasos fronterizos cerrados, impidiendo la entrada de ayuda humanitaria esencial. Camiones supervisados por la ONU con suministros vitales están esperando permiso para ingresar a la franja.
En resumen, la población de Gaza enfrenta una crisis humanitaria grave debido a los ataques israelíes, con una gran cantidad de personas desplazadas, víctimas y daños materiales significativos. La comunidad internacional ha instado a un alto el fuego y a la entrega de ayuda humanitaria urgente para abordar esta situación.