Las ventas de apartamentos se han transformado en un tema de disputa entre los clientes y los empresarios.

Varios individuos han denunciado un supuesto incremento injustificado de los precios de los apartamentos en el residencial Soler Tower III, ubicado en el ensanche Ozama, Santo Domingo Este, a pesar de haber acordado, firmado y pagado un precio de venta establecido.

Los compradores de los apartamentos afirman que los promotores del proyecto aumentaron el precio en un 47% con respecto al precio original que figuraba en sus contratos de compra y venta.

Uno de los compradores, Alvin Marcial, relató que en 2020 adquirió un apartamento a través de la empresa Soler Group por un costo de 178,000 dólares. Este monto se pagaría en cuotas hasta completar la totalidad del precio. Sin embargo, después de realizar varios pagos, incluyendo un anticipo de 8,500 dólares, recibió una llamada de la constructora informándole que el precio del apartamento se había incrementado en un 47%.

Alvin Marcial propuso en varias ocasiones pagar un 15% adicional debido al aumento de los costos de construcción durante la pandemia de COVID-19, pero la empresa rechazó esta oferta. Posteriormente, la empresa le exigió que pagara el monto total del apartamento en un plazo de 30 días.

Marcial acudió a Proconsumidor para informar sobre la situación y pedir una revisión del aumento de precio. Proconsumidor determinó que el comprador debía pagar un 16.36% más de lo que se estipulaba en el contrato original. Sin embargo, Soler Group apeló esta decisión ante el tribunal de la Cámara Civil y Comercial del Juzgado de Primera Instancia de Santo Domingo, y el caso aún está pendiente de resolución.

Otro comprador, Martín Sosa, también se encontró con problemas para obtener su apartamento. Afirmó que el problema no fue el costo del inmueble en sí, sino el tipo de cambio del dólar al momento de la compra, ya que el dólar pasó de 59 pesos a 54 pesos debido a la pandemia, lo que resultó en un aumento en el precio.

Los compradores argumentan que aún no han podido acceder a sus viviendas y que no han llegado a un acuerdo con los promotores del proyecto.

Por su parte, Jorge Soler, el propietario del proyecto, considera que estas denuncias son infundadas y se deben a la falta de pago y retrasos en las mensualidades. Soler explicó que el comprador acumuló una deuda de más de 20,787 dólares debido a impagos y retrasos en los pagos.

Soler también negó el supuesto aumento del 47% en el precio del apartamento, pero admitió que el costo del inmueble había aumentado debido a la inflación y la pandemia, y que se está debatiendo el precio en los tribunales del país.

Respecto a las afirmaciones de Martín Sosa, Soler argumentó que el comprador quería pagar menos de lo estipulado en el contrato original, a pesar del cambio en el tipo de cambio del dólar.