Un ataque terrorista en el centro de Bruselas provocó la suspensión del partido de fútbol entre Bélgica y Suecia en el estadio Rey Balduino de Bruselas. En el ataque, dos aficionados suecos perdieron la vida en el centro de la ciudad. Ante esta situación, el partido fue suspendido al descanso, ya que los jugadores de ambas selecciones acordaron que la seguridad de los aficionados era lo más importante.
Tras la suspensión, los 35.000 aficionados que se encontraban en el estadio comenzaron a ser evacuados. Las autoridades belgas instaron a la gente a seguir las instrucciones de seguridad y regresar a sus hogares. La evacuación se llevó a cabo de manera ordenada y con la presencia de agentes de policía.
Los jugadores suecos fueron escoltados por la policía hacia el aeropuerto para asegurar su seguridad. El Gobierno belga activó un centro de crisis después del ataque, que ocurrió en una céntrica calle de Bruselas y está siendo investigado como un acto de terrorismo.
Este incidente resalta la preocupación por la seguridad en eventos deportivos y la importancia de garantizar la protección de los aficionados y los jugadores en todo momento.