El presidente de la República, Luis Abinader, expresó ayer su disposición a aceptar la mediación de las Naciones Unidas y otros líderes internacionales en el conflicto con Haití relacionado con la construcción de un canal en el río Masacre. Sin embargo, dejó claro que la condición es que se detenga la construcción de la obra, que según él, viola acuerdos internacionales.
Abinader hizo estas declaraciones durante La Semanal con la Prensa, llevada a cabo en Nueva York, destacando que varios homólogos y primeros ministros han expresado su preocupación y ofrecido mediar en esta situación.
El presidente insistió en que la construcción del canal debe cesar para que se siente a negociar. Este conflicto está basado en el Tratado de Paz, Amistad y Arbitraje de 1929 entre la República Dominicana y Haití, que prohíbe a uno de los dos países desviar el agua y promueve un uso racional de la misma.
Las tensiones comenzaron en 2021 cuando se descubrió la obra, y se intensificaron la semana pasada con la reanudación de la construcción del canal para desviar el río hacia el lado oeste. Como protesta, el Gobierno dominicano cerró indefinidamente la frontera por aire, mar y tierra, permitiendo solo el retorno voluntario de haitianos a su país. Abinader aclaró que la construcción no está respaldada por el gobierno de Haití, sino por un grupo de nueve «anarquistas» que buscan generar intranquilidad en su país.
El presidente presentará este tema el próximo miércoles 20 de septiembre en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas. Durante la Asamblea General, coincidirá con el primer ministro de Haití, Ariel Henry, aunque no tiene prevista una reunión con él.
El presidente reiteró que la paz de la República Dominicana está garantizada y que se tomarán todas las medidas necesarias. También mencionó que continuará buscando ayuda para Haití ante la comunidad internacional, como la gestión de la construcción de dos hospitales en la frontera con fondos de organismos internacionales. Además, se reunirá con el presidente de Kenia, William Ruto, para discutir sobre una fuerza multinacional que llevaría la paz a Haití, considerando que con esta fuerza se lograría la tranquilidad para los pobres de Haití. Abinader aclaró que República Dominicana no participaría en esta fuerza multinacional, pero está interesada en entender cómo se llevaría a cabo este proceso.
También abordó el costo de mantener la frontera militarizada debido a la situación actual, indicando que no tiene un costo específico y que en caso de excederse, se recurriría al Congreso Nacional para solicitar más fondos. A pesar de la situación en la frontera, aseguró que la paz en la República Dominicana está garantizada y que la población puede continuar con su vida normal. Las bandas criminales que aterrorizan a la población están identificadas, y se les ha advertido que se mantengan alejadas de la frontera, ya que no les irá bien en la República Dominicana. Abinader también reiteró el apoyo del Gobierno a los comerciantes afectados por el cierre de la frontera y destacó las medidas para apoyar a los productores locales.