El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, ha iniciado un proceso formal para destituir al presidente Joe Biden debido a preocupaciones sobre sus negocios familiares. Esto sigue un proceso de investigación realizado por tres comisiones de la Cámara de Representantes mientras los republicanos buscan recopilar pruebas para una posible votación de destitución en el pleno de la Cámara. Si la Cámara vota a favor de la destitución, el caso se trasladaría a un juicio en el Senado liderado por los demócratas.
Este movimiento es visto como una respuesta de los republicanos a los juicios políticos previos de Donald Trump en la Cámara. Sin embargo, los republicanos moderados, especialmente aquellos en distritos ganados por Biden en 2020, están siendo cautelosos ya que el caso contra Biden parece ser poco claro hasta ahora.
La base de las acusaciones republicanas se centra en el hijo de Biden, Hunter, y su relación con negocios internacionales. Los demócratas argumentan que no existen pruebas de que Biden haya intervenido en los negocios de su hijo ni se haya beneficiado personalmente de ellos.
La investigación está siendo dirigida por el presidente del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, James Comer, junto con el presidente del Comité Judicial, Jim Jordan, y el presidente de Medios y Arbitrios, Jason Smith. Los republicanos ven esta investigación como una oportunidad para socavar la presidencia de Biden, especialmente dado que Donald Trump enfrenta sus propios problemas legales.
Sin embargo, los riesgos políticos para los republicanos son altos, ya que tienen una mayoría en la Cámara de Representantes de solo 10 escaños y alienar a los votantes de distritos indecisos podría poner en peligro su control de la cámara en las elecciones del próximo año.