Una niña recién nacida de cinco días y un pequeño de cinco años enfrentan la triste realidad de quedarse sin padres después de que el raso de la Policía Nacional, William Encarnación, perdiera la vida a causa de disparos en un incidente ocurrido el pasado domingo por la noche.
El agente de 27 años fue víctima de lo que sus familiares afirman que fue un ataque de presuntos delincuentes mientras se dirigía a su hogar en su motocicleta en el sector Pedregal, La Cuaba, municipio Pedro Brand.
Sin embargo, la Policía Nacional informa que durante el incidente, el agente habría disparado contra uno de los supuestos delincuentes, identificado como Juan José del Rosario, quien también falleció.
El agente Encarnación, quien había completado seis meses de formación en la Academia Policial de San Cristóbal mientras estudiaba para convertirse en maestro, era una persona muy querida por su familia y amigos, según su madre, Juana Irma Ramírez, de 45 años.
«Nunca tuve una queja de él. Le doy gracias a Dios por haber criado a un hijo tan bueno», expresó, resaltando los valores que su hijo había adquirido gracias a la educación que le brindó. Jennifer Capellán, la esposa de Encarnación, ha estado sedada desde las 11:00 de la mañana después de enterarse de la trágica noticia, según ha compartido otra tía con este periódico.