Este sábado se registraron violentos enfrentamientos en Israel, resultando en al menos 114 personas heridas, de las cuales ocho se encuentran en estado grave. Los choques se dieron entre solicitantes de asilo procedentes de Eritrea, simpatizantes y opositores del gobierno de Asmara, y la Policía.
Los disturbios comenzaron cuando un grupo de eritreos boicoteó un evento de la embajada de su país en el sur de Tel Aviv, arrojando objetos y causando destrozos en las tiendas cercanas, incluso provocando incendios. La Policía intervino utilizando gases lacrimógenos, bombas aturdidoras e incluso disparos para dispersar a los participantes en los enfrentamientos.
En el incidente resultaron heridas 114 personas, incluidos 30 policías con lesiones leves. Algunos de los heridos presentaban heridas por bala y cuchillo, así como lesiones graves en la cabeza. Estos hechos representan una escala de violencia inusual en Israel desde la Segunda Intifada (2000-2005).
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha convocado un equipo ministerial especial para examinar medidas contra los involucrados en los disturbios, incluidas medidas relacionadas con la deportación. La Policía detuvo a 39 personas por su participación en los enfrentamientos y cerró bares frecuentados por la comunidad eritrea en el sur de Tel Aviv.
La comunidad eritrea en Israel ha enfrentado tensiones y conflictos previos. Alrededor de 25,000 eritreos residen actualmente en Israel, habiendo huido de Eritrea debido a la falta de elecciones y a las restricciones de movimiento impuestas por el gobierno local.