La próxima vez que te lleves a la boca un pedazo de queso Parmesano del bueno, es posible que acabes masticando un microchip del tamaño de un grano de arena. No te preocupes, es comestible. La razón del mismo es la lucha que tienen los fabricantes de Parmigiano-Reggiano para combatir a los falsificadores.
Al parecer, los fabricantes están implantando microchips en las cubiertas de sus ruedas de queso de 40 kilos como último paso para protegerse de aquellos que están tratando de vender un queso que no es denominación de origen. Sí, también existen falsificadores en el propio queso Parmesano.
Y es que hablamos de un queso, el parmesano original, protegido oficialmente por la Unión Europea, lo que significa que el nombre solo puede usarse para el producto auténtico. El Parmigiano-Reggiano debe elaborarse en un área particular de la región de Emilia Romagna en el norte de Italia y con estándares y técnicas de producción específicos. También tiene que ser envejecido durante al menos un año.
Es por ello y debido a su reputación de calidad mundial que se puede vender a un precio mucho más alto que el queso simplemente etiquetado como “parmesano”, ese que encontramos en casi cualquier superficie de supermercado como “marca blanca”, casi siempre a través de la marca del súper en cuestión, y que suele ser una imitación del original y por tanto más barato.
Según explican en The Wall Street Journal, los microchips que están implantando están hechos de silicio y tienen el tamaño aproximado de un grano de arena. Se colocan en la etiqueta de caseína, una etiqueta segura para alimentos que se usa comúnmente en la producción de queso, y se instala en la rueda de queso. Luego, dicho microchip se puede escanear para obtener una identificación de serie única que los compradores pueden usar para asegurarse de que tienen la marca real.
Por cierto, estos chips utilizan la tecnología blockchain y rastrean la rueda de queso hasta el lugar de donde provino la leche que se usó. De hecho, otras industrias también están considerando usarlos, incluidos los fabricantes de medicamentos Y no, estos chips no se pueden leer de forma remota ni se pueden usar para rastrear a alguien en caso de que lo ingiera.