Los portaviones, que durante mucho tiempo han sido símbolos del poderío militar de varios países, están siendo objeto de debate en cuanto a su utilidad en los escenarios bélicos modernos. A pesar de este debate, Estados Unidos sigue invirtiendo en ellos, como se ejemplifica con el caro USS Gerald R. Ford. Por otro lado, los cazas polivalentes, que desempeñan un papel cada vez más importante en la moderna guerra, enfrentan el desafío de los costos elevados en su desarrollo y fabricación.
El avión de combate Lockheed Martin F-35, conocido como el avión de combate más caro de la historia, tiene un costo unitario de alrededor de 100 millones de dólares. Esto representa un salto significativo en el presupuesto en comparación con los aproximadamente 35 millones necesarios para adquirir un avión F-16, que es su predecesor. Para abordar esta problemática, el Pentágono busca desarrollar nuevos vehículos aéreos no tripulados que sean capaces de realizar funciones similares a las de los cazas, pero con un costo de fabricación, mantenimiento y operación mucho menor.
Uno de los proyectos en esta dirección es el Kratos XQ-58 Valkyrie, impulsado por el programa Low Cost Attritable Strike Demonstrator (LCASD) del Laboratorio de Investigación de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (AFRL). A simple vista, el XQ-58 Valkyrie se asemeja más a un avión de combate que a un dron convencional. Es un avión multipropósito diseñado para realizar diversas tareas, como exploración con cámaras y sensores, protección propia y del grupo, y operaciones autónomas y en conjunto con otros aviones tripulados o no tripulados.
El XQ-58 Valkyrie también puede funcionar como una «nave nodriza», llevando a bordo otros vehículos aéreos no tripulados, como el ALTIUS-600, que pueden ser desplegados en el aire. Estos drones más pequeños tienen capacidades de retransmisión, guerra cibernética y ataque a objetivos en tierra. Además, el XQ-58 Valkyrie puede escoltar cazas F-22 o F-35 en misiones de combate y operar en un enjambre de drones de su tipo.
Una característica clave del XQ-58 Valkyrie es su capacidad de operar de manera autónoma utilizando algoritmos de inteligencia artificial. Esto lo convierte en un activo valioso en escenarios de guerra modernos y en evolución. Aunque el proyecto aún está en desarrollo y su producción en masa está pendiente de aprobación gubernamental, se espera que esta nueva generación de aviones no tripulados tenga un impacto significativo en las operaciones militares futuras.