El papa Francisco expresó su dolor y preocupación por los migrantes muertos en el Mediterráneo, calificándolo como una «herida abierta» en la humanidad. Durante su oración semanal del Ángelus, el pontífice lamentó la trágica pérdida de vidas en el mar, especialmente después de una semana marcada por varios naufragios mortales.
El papa citó las cifras proporcionadas por la ONU, que indican que más de 2,000 migrantes han fallecido en el Mediterráneo en lo que va del año. Hizo un llamado a la solidaridad y fraternidad, instando a los políticos y diplomáticos a trabajar juntos para abordar esta crisis humanitaria.
El papa Francisco es conocido por su preocupación y enfoque en los problemas de los migrantes y refugiados. Ha abogado repetidamente por un trato más humano y digno para aquellos que huyen de sus hogares en busca de seguridad y oportunidades. Su mensaje busca concienciar sobre la importancia de tomar medidas para evitar naufragios y rescatar a los migrantes en peligro en el mar.
La situación en el Mediterráneo es crítica, con un número alarmante de personas que arriesgan sus vidas en peligrosos viajes en busca de una vida mejor. Los naufragios y las pérdidas de vidas son tragedias que subrayan la urgencia de abordar este problema desde una perspectiva de solidaridad y colaboración internacional.