Desde que Rusia invadió a Ucrania en febrero del año pasado, Kyiv ha recibido múltiples paquetes de ayuda armamentística para reforzar sus fuerzas militares en medio del conflicto. Los misiles, por su capacidad para alcanar objetivos a larga distancia, han sido uno de los elementos más solicitados por Volodímir Zelenski, petición escuchada positivamente por varios países que han colaborado con proyectiles de sus arsenales.
Por mencionar solo algunos ejemplos, España ha suministrado misiles Harpoon AGM-84, Estonia misiles Javelin y Reino Unido junto a Francia misiles Storm Shadow. Estos últimos han jugado un papel clave en una serie de ataques a vías de comunicación terrestre utilizadas por los rusos en la península de Crimea. Una maniobra reciente, como recoge The Telegraph, ha golpeado dos puentes, pero no los ha destruido.
El desafío de infligir daño considerable
El daño de uno de los ataques, como podemos ver en las imágenes, es evidente, pero la estructura del puente no se ha visto comprometida en su totalidad. Esto se debe a que infligir daño lo suficientemente considerable, incluso con proyectiles de alta precisión, es una tarea sumamente compleja. Ahora bien, la entrada en juego de los misiles Taurus podría cambiar las reglas de la guerra por sus ventajas para atacar este tipo de objetivos.
Desarrollados por Taurus Systems, estos proyectiles autopropulsados son una auténtica bestia. Equipan un ojiva de doble etapa, pesan alrededor de 1.400 kg, tienen una longitud de 5,1 m y un rango operativo de 500 km. Sus cualidades, que abordamos en profundidad en este artículo, los convierten en una opción idónea para atacar un amplio abanico de objetivos complejos, como búnkeres, pistas de aeródromos e incluso puentes.
Fabian Hoffmann, experto en asuntos militares e investigador de la Universidad de Oslo en Noruega, explica en un artículo de Newsweek que los misiles Storm Shadow suelen penetrar la primera capa del puente, pero no consiguen dañar gravemente su estructura. Los Taurus, en cambio, pueden detonar una ojiva secundaria tras la explosión inicial lo que “maximiza la destructividad y realmente puede causar un daño significativo”.
Uno de los puentes dañados recientemente con misiles Storm Shadow
Una vez que un Taurus es lanzado desde un avión de combate, este se mueve rápidamente con su motor Williams WJ 38-15 acompañado de los sistemas de guiado integrados por mecanismos de posicionamiento de imágenes, inerciales, con referencia de terreno y GPS. Para ser más eficaz en términos de destrucción, primero impacta la carga de inicial que “limpia el área”. Después, una espoleta de retardo variable detona la ojiva principal.
«Esta es un área donde el Taurus podría proporcionar una ventaja cualitativa», asegura Hoffmann. Sin embargo, este tipo de misiles todavía no ha llegado a Ucrania, pero esto podría materializarse por el lado de Alemania. El país dirigido por Olaf Scholz rompió su política exterior de larga data de prohibir todas las exportaciones de armas letales a las zonas de conflicto, pero el envío de misiles Taurus espera por su autorización.
Si bien el ministro de Defensa de Alemania, Boris Pistorius, considera que el suministro de misiles Taurus no es una prioridad en este momento, el Gobierno tiene cada vez más presión para concretar su envío. Este lunes, varios diputados del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) se unieron recientemente al pedido de otros partidos minoritarios para enviar este tipo de proyectiles al país invadido por Rusia.
“La contraofensiva está fallando, Ucrania no tiene una fuerza aérea significativa para apoyarla”, ha dicho Andreas Schwarz, miembro del parlamento del SPD, al medio de comunicación alemán Der Spiegel en medio de sus esfuerzos para conseguir el envío de estos misiles. Con el creciente apoyo por parte del parlamento, las posibilidades de que los misiles Taurus entren en escena en la guerra son cada vez mayores.