Si en esta foto solo ves una ciudad, se trata de Porto Alegre, la capital del estado de Río Grande del Sur, al sur de Brasil. Pero si prestas atención, verás algo más. Algo que está mezclado con su entorno gracias a la magia del camuflaje.
En total, hay nueve aviones de combate Northrop F-5M sobrevolando el río Guaíba, de los cuales vemos ocho. Pertenecen al Escuadrón Pampa de la Fuerza Aérea Brasileña, y están regresando a su base desde Río de Janeiro, donde participaron, el 22 de abril, en la ceremonia del Día de la Aviación de Combate.
Lo que quizá no esperaban cuando coordinaron esta foto sobre Porto Alegre es que se volviera viral en todo el mundo. El efecto del camuflaje es tan bueno que hace falta hacer zoom y prestar atención para encontrar todos los aviones.
Aunque ya no es tan útil como antes por las tecnologías de radar, detección de calor y visión nocturna, el camuflaje visual tiene exactamente esa función: manipular la percepción de un observador, el enemigo, para mezclarse con el entorno. El camuflaje también puede usarse para descomponer la forma de un objeto y romper su silueta, haciendo que sea más difícil de reconocer.
En el caso de los aviones, el camuflaje visual consiste en añadir diferentes esquemas de color en la parte superior e inferior para ocultarlos de los avistamientos desde tierra y de otros aviones. Se llama “camuflaje visual” porque también existe la evasión de detección por radar: algunos aviones de combate modernos están revestidos con materiales que ayudan a reducir su firma de radar, lo que puede considerarse una forma de camuflaje.