Apple ha implementado una práctica llamada «serialización», que consiste en bloquear ciertos componentes hardware que están ligados de forma única a la placa base del dispositivo. Esto hace que las reparaciones no oficiales sean más complejas y costosas, ya que los técnicos independientes no pueden acceder a las piezas originales ni sincronizarlas correctamente con el dispositivo.
El problema de la serialización se ha observado en las reparaciones de pantallas de iPad Pro y iPad de tercera y cuarta generación. Si se reemplaza la pantalla con una no oficial, o incluso si se cambia por la de otro iPad, el Apple Pencil puede dejar de funcionar total o parcialmente, ya que el dispositivo verifica si la pantalla está conectada a la placa lógica original. Esto ha generado quejas y preocupaciones sobre el control que Apple ejerce sobre las reparaciones y ha llevado a investigaciones en Francia.
El experto en reparaciones, Ricky Panesar, critica estas prácticas y afirma que Apple está creando un monopolio en el mercado de reparaciones al dificultar la competencia de los talleres de reparación de terceros que utilizan piezas originales de otros dispositivos rotos. Además, menciona que el programa de reparaciones de autoservicio de Apple también tiene problemas, ya que las empresas afiliadas se quejan de retrasos y altos precios en las piezas, lo que dificulta la competencia con Apple.
En general, se considera que estas prácticas de serialización y restricción de reparaciones están afectando negativamente a los usuarios y a los técnicos independientes, y se espera que Apple mejore sus políticas y programas de reparación para permitir una mayor competencia y acceso a piezas originales.