La NASA acaba de confirmar un segundo problema de comunicación en las últimas dos semanas. El jueves perdió contacto con la ISS debido a un corte de suministro eléctrico en el Centro de Control de Misión de Houston, en Texas. Ahora no puede conectarse con la Voyager 2.
Según explica la agencia espacial estadounidense, el pasado 21 de julio se enviaron a la nave situada a 19.900 millones de kilómetros unas serie de comandos. En principio, esta tarea rutinaria no debería haber causado problemas, pero debido a un error, el enlace de comunicación se ha visto afectado.
La NASA no puede “hablar” con la Voyager 2
“Sin darse cuenta”, los operadores de la sonda espacial, que funciona con 69 KB de memoria y almacenamiento en cinta, hicieron que su antena apuntara en la dirección incorrecta. ¿El problema? Aunque la variación ha sido de apenas 2º la Red de Espacio Profundo (DSN) de la NASA no encuentra a la Voyager 2.
En otras palabras, los comandos enviados desde nuestro planeta no llegan a destino. La nave, que ha sido diseñada para enviar información constantemente a la Tierra, tampoco puede hacerlo. De momento, la misión Voyager 2 está viviendo un blackout en sus comunicaciones, aunque se cree que de naturaleza temporal.
“Una vez que la antena de la nave espacial se realinee con la Tierra, las comunicaciones deberían reanudarse, explican desde el Laboratorio de Propulsión a Reacción del Instituto Tecnológico de California, involucrado en el desarrollo y operación de la sonda que ha visitado Júpiter y Saturno.
Recordemos que la Voyager 2 realiza ciertas tareas de manera automática, entre ellas, la de asegurarse de que su antena permanezca apuntando a la Tierra. Aquí es donde entran en juego módulos complejos e interoperables como el Sistema de Control de Actitud y Articulación (CSS) y Sistema de Datos de Vuelo (CSS).
El próximo ajuste automático debería ocurrir el 15 de octubre de este año. Una vez completado, se espera que la sonda lanzada en 1977 a bordo de un cohete Titan III-Centaur restablezca su comunicación con la Tierra. Asimismo, la NASA confía en que no se desviará de su trayectoria planificada durante el blackout.