La pandemia ha dejado tras de sí una gran brecha en el ámbito laboral. En 2019 prácticamente nadie se planteaba el teletrabajo, el trabajo híbrido o la semana laboral de 4 días como modelos de jornada a tener en consideración. Sin embargo, la experiencia en los últimos años ha demostrado que ofrecen numerosas ventajas si la empresa es capaz de implementarla en los perfiles adecuados. De todos los modelos de flexibilidad, el de la semana laboral de 4 días es el más anecdótico en el mundo si lo comparamos con la implementación del teletrabajo o el relevo hacia el trabajo híbrido. Sólo siete de cada diez empresas ven viable implantarla.
Jornada de 4 días: empleados a favor, empresas en contra. Pese al éxito recogido por las distintas pruebas piloto que se han llevado a cabo en nuestro país, y a la satisfacción mostrada por muchas empresas, el 73,51% de las empresas encuestadas y un 61,41% de trabajadores autónomos no ve viable la implementación de la jornada laboral de cuatro días.
La cifra choca frontalmente con la opinión del 66,59% de los empleados y el 50,69%, de los desempleados que, según el Informe Infoempleo Adecco de 2022, sí ven posible la implantación de la jornada de cuatro días manteniendo los salarios. Los empleados que no lo ven posible argumentan que el motivo es porque las empresas no están dispuestas a asumir los cambios necesarios.
Los beneficios en el punto de mira. El 41,53% de las empresas que han respondido a la XXVI edición del Informe Infoempleo Adecco apuntan a la falta de margen de beneficio para mantener los salarios con mejor jornada como la principal causa para no adoptar la semana laboral de cuatro días. El 27,97% apunta a la falta de margen de productividad para amortizar una jornada a la semana, mientras que el 18,64% de las empresas cree que es imposible de cubrir la 5ª jornada con un nuevo turno de empleados a tiempo parcial.
El 69,54% de las empresas consultadas para el estudio temen que el incremento de los costes que supondría la adopción de la jornada de cuatro días pueda poner en riesgo la continuidad de su actividad.
Contexto del tejido industrial. Los datos ofrecidos por el Informe Infoempleo Adecco toman relevancia si se ponen en el contexto industrial español que, según datos del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo de abril de 2023, el 54,45% del tejido industrial en España está formado por pymes unipersonales sin asalariados y el 38,70% está formado por pymes de entre 1 y 9 trabajadores con márgenes de beneficios muy ajustados.
Las medianas empresas, de entre 50 y 249 empleados, y las grandes empresas con más de 250 empleados y un mayor colchón financiero que permitiría afrontar los cambios necesarios para adoptar la jornada laboral de cuatro días sin ver peligrar su continuidad, suponen el 0,94% y 0,19% respectivamente del tejido empresarial en España.
No es para todo el mundo. Desde la organización 4 Days Week Global, consultora que ha asesorado en muchos de los programas piloto para la semana laboral de 4 días como el que tuvo lugar en España, se advierte que la semana laboral de 4 días solo puede tener éxito si previamente se abordan una serie de cambios organizativos y, tanto la empresa como los empleados deben estar comprometidos con el proyecto. Es imposible afrontar una reducción de jornada con el mismo modelo organizativo que se usa para afrontar 40 horas semanales e intentarlo es estar abocado al fracaso.
Incentivos fiscales a la jornada de 4 días. A raíz del proyecto de semana laboral de 4 días que desarrolló durante 2022 y la primera mitad de 2023 en España, el gobierno activó un paquete de ayudas de 9.650.000 euros con el que se incentiva a las empresas a afrontar los cambios necesarios para implementar este modelo de flexibilidad laboral. De hecho, la semana laboral de 4 días ha ido en el programa electoral de varias fuerzas políticas durante las pasadas elecciones generales.
Las empresas españolas prefieren el trabajo híbrido…pero poco. Las empresas son conscientes de que la flexibilización de la jornada laboral es una herramienta necesaria para la conciliación familiar y de retención de talento. Sin embargo, un 66,23% de las compañías confirman que no facilitan a sus empleados la posibilidad de teletrabajar. El 31,79% afirma que es porque su actividad no lo permite.
Del 33,77% de las empresas que sí ofrece alguna modalidad de teletrabajo, el 19,21% ofrece la opción de teletrabajar de forma ocasional, mientras que el 10,60% cuenta con un planteamiento estable de trabajo híbrido. Solo el 3,97% de las empresas ofrece un modelo de trabajo remoto a jornada completa.