Un equipo de investigación ha datado siete huellas descubiertas en Sudáfrica. La más reciente tiene unos 70 000 años. La más lejana en el tiempo tiene 153 000 años, lo que la convierte en la huella de Homo sapiens más antigua conocida hasta la fecha. Un hallazgo de lo más interesante no solo por su récord, sino que estamos ante evidencias asociadas a Homo sapiens antes de que nuestra especie humana saliera de África para colonizar el resto del mundo.
La humanidad antes de conocer el resto del mundo
Charles Helm, de la Universidad Nelson Mandela, en Sudáfrica, y Andrew Carr, de la Universidad de Leicester, en Reino Unido, encabezaron el estudio cuyas conclusiones se publicaron en la revista Ichnos. Explicaron en The Conversation que:
“Las nuevas fechas corroboran el registro arqueológico. Junto a otras evidencias sobre la zona y el periodo, que incluyen el desarrollo de herramientas de piedra sofisticadas, arte, joyas y la pesca de mariscos, confirman que la costa del Cabo fue un área en la que los hombres anatómicamente modernos sobrevivieron, evolucionaron y prosperaron antes de expandirse fuera de África a otros continentes”.
Las huellas fueron descubiertas en los últimos cinco años en el actual Parque Nacional Garden Route, donde se halló la más antigua, junto a otros enclaves que recorren el extremo sur del continente africano. La marca más antigua realizada por el ser humano moderno se encuentra en eolianita, es decir, un tipo de roca formada por la cementación de sedimentos depositados por la acción del viento. Por ello resultaba un buen método de datación la luminiscencia ópticamente estimulada (OSL según sus siglas en inglés), una técnica que permite detectar cuándo dejó de estar expuesta a la luz solar una roca que, en el caso de las sedimentarias, nos indica la fecha de cuando la huella fue enterrada por arena y quedó preservada para iniciar el proceso de fosilización que la ha mantenido ahí hasta nuestros días. Según los autores:
“Dado que relativamente pocos restos de esqueletos de homininos han sido descubiertos en la costa del Cabo, las marcas dejadas por nuestros ancestros humanos mientras se movían por el paisaje antiguo son una forma útil de completar y mejorar nuestra comprensión de los homininos de África”.
Científicos vs Naturaleza
No es fácil adjudicar una huella de estas características a una especie concreta, pero los especialistas se basan en el contexto arqueológico al que pertenece la marca. Atendiendo a los objetos hallados y otros restos diseminados por la zona, el estudio determina que la huella fue dejada por un individuo de Homo sapiens.
Con todo, tienen la esperanza de hallar nuevas huellas que permitan completar el rompecabezas, pero tienen un enemigo insuperable: el tiempo. Las icnitas de esta región africana están expuestas a la erosión del viento y el agua, por lo que los científicos necesitan encontrar los restos antes de que la naturaleza los borre para siempre.