Cuando a un artista o una persona con éxito en los negocios le sonríe la diosa fortuna y empieza a ingresar millones en su cuenta corriente, nota como, a la misma velocidad, se le escapa la privacidad y el anonimato del que disfrutaba cuando no era tan popular ni rico. Por eso, es habitual que fijen sus residencias en urbanizaciones exclusivas y con una fuerte vigilancia para mantener lejos a los curiosos.
Sin embargo, lo de esta isla de poco menos de 1,2 km2 de terreno y 86 acaudalados residentes rompe varios récords en cuanto a precio por metro cuadrado y a medidas de seguridad. No en vano se ha ganado entre los lugareños el apelativo de Billionaire Bunker o Búnker multimillonario, aunque su nombre oficial es Indian Creek Village. No se han complicado mucho con el nombre ya que la isla en sí se llama Indian Creek Island y está ubicada en Biscayne Bay, a escasos 12 km del centro financiero de Miami.
En realidad, Indian Creek Island no es una isla natural, sino que es fruto de una operación de dragado de la bahía de Biscayne Bay a principios del siglo XX frente a la costa de la ciudad de Surfside como parte de un proyecto para construir una isla más grande. Finalmente, el proyecto inicial no se llevó a cabo, por lo que los propietarios decidieron convertirlo en un conjunto residencial de alto standing con predominio de un enorme campo de golf diseñado por William Flynn que ocupa toda la zona central de la isla, quedando enmarcado por fastuosas mansiones con vistas al mar en todo el perímetro de la isla.
Una isla cerrada a cal y canto
Además de disfrutar de un clima privilegiado y un vecindario tranquilo, los residentes en Indian Creek Island valoran la seguridad y el control de acceso a la isla por encima de todo.
La isla solo cuenta con un puente de acceso que la comunica por tierra con la ciudad de Surfside. Para poder acceder a la isla, el visitante tiene que superar el control de seguridad de la propia comisaría de policía local situado en uno de los extremos del puente. El cuerpo de seguridad está formado por 13 policías que patrullan la zona las 24 horas del día, y una patrulla marina que mantiene alejados a los paparazzis o curiosos que intentan acercarse a la isla por mar.
Por supuesto, la policía negará el acceso de forma automática a cualquier persona no residente o que no figure como autorizada en sus listados. Por lo que la opción de hacer una visita sorpresa a alguno de los residentes queda descartada.
La seguridad está más que justificada ya que entre sus vecinos se encuentran personalidades como Adriana Lima, Beyoncé, Ivanka Trump, el multimillonario inversionista Carl Icahn, el magnate de los coches de lujo y coleccionista Norman Braman o la presencia del español Julio Iglesias, que sorprendentemente, es uno de los grandes terratenientes de este búnker para millonarios en cuya mansión solo pasa dos meses al año.
El precio medio de cada una de las 41 parcelas en las que está dividida la isla es de unos 40 millones de dólares. En 1978, Julio Iglesias compró dos parcelas contiguas en las que construyó una enorme mansión, y con el paso de los años ha ido acumulando tres parcelas más en el lado opuesto de la isla sumando un valor de más de 150 millones de dólares.
En febrero de 2020, se vendió una mansión de la isla por 50 millones de dólares, lo cual la convirtió en la vivienda unifamiliar más cara jamás vendida en Miami.
No obstante, los récords están para romperlos y si tienes 59 millones de dólares y quieres tener como vecinos a Tom Brady y Gisele Bündchen, tal vez puedas comprar una de las últimas de operaciones inmobiliarias que se está gestando en el 37 de Indian Creek Island Road, sobre una parcela comprada al carismático Don Francisco, presentador de ‘Sábado Gigante’ y otros programas de variedades durante más de 60 años.
La nueva mansión de lujo que se está proyectando en Indian Creek Island tendrá una superficie de unos 1.500 metros cuadrados, muelle para yates y una amplia terraza frente al mar con piscina. Como nota curiosa, su futuro propietario también podrá pagar la propiedad con 1.903 bitcoins, lo cual ya apunta al perfil de inquilino que el constructor busca para esta propiedad.