La naturaleza es tan sabia como creativa y dota al planeta Tierra de un sinfín de formas de vida con características curiosas y concretas que le permiten sobrevivir en determinadas zonas y ecosistemas. De cuantos seres vivos han pasado por este mundo, los dinosaurios son algunos de los más fascinan al gran público. Algunos de estos animales resultan llamativos por sus cuernos, elementos que llegan a definir especies e identificarlas. Pero, más allá de su atractivo estético para nuestra mirada actual, ¿qué función tenían? ¿Para qué usaban los dinosaurios sus cuernos?
Estamos ante uno de los grandes retos de los paleontólogos: descifrar comportamientos llevados a cabo por animales extintos de los que la mayor información la sacamos de huesos fosilizados que dejan demasiado a la imaginación. Podemos hacernos una idea muy cercana a su aspecto físico, pero cómo se movían, cómo ligaban los dinosaurios, sus relaciones con el medio y contactos con otros seres vivos del momento generan debates científicos difíciles de solventar en muchas ocasiones.
Cuernos para ligar
En el caso de los cuernos, muchos investigadores ya lo sospechaban y varios estudios parecen confirmar que tenían un propósito sexual. Andrew Knapp lideró un equipo de científicos que trabajó a partir de esta teoría y, según el autor, los cuernos eran un “anuncio publicitario de la fuerza y salud” del dinosaurio. La exhibición de atributos como los cuernos y las crestas servían para captar la atención de posibles parejas.
Así parece confirmarlo un estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B. Científicos de la Universidad de Queen Mary de Londres realizaron una investigación en la que vincularon la anatomía de ciertos dinosaurios con la selección sexual. Esta es la conclusión extraída del estudio de 37 especímenes de Protoceratops, un dinosaurio que vivió hace unos 70 millones de años. Los fósiles abarcaban todas las etapas de crecimiento. Los adultos lucían un volante óseo rematado con dos cuernos laterales, una característica ausente en las crías y que aumentaba hasta un tamaño considerable en la transición a la etapa adulta. Esta evidencia parece indicar que formaba parte del desarrollo sexual de estos animales.
“Los paleontólogos han sospechado durante mucho tiempo que muchas de los atributos extraños que vemos en los dinosaurios estaban vinculados a la exhibición sexual y al dominio social, pero esto es muy difícil de demostrar. El patrón de crecimiento que vemos en los Protoceratops coincide con las estructuras de señalización observadas en numerosas especies vivientes diferentes y forma un patrón coherente desde animales muy jóvenes a adultos de gran tamaño”.
Cuernos para luchar
Sin embargo, la de ligar no es la única función atribuida a los cuernos de los dinosaurios. Otra de las teorías sospechadas durante años es el uso de cornamentas para luchar entre dinosaurios de la misma especie o como protección de los herbívoros frente a los ataques de carnívoros. Esta opción también cuenta con estudios científicos que respaldan la idea.
Los ceratópsidos son la familia que agrupa a todos los dinosaurios con cuernos, como el famoso Triceratops. Las primeras representaciones artísticas de los dinosaurios imaginaban una feroz lucha entre este dinosaurio con cuernos y el tiranosaurio rex. Pues es posible que la ciencia confirme este enfrentamiento entre uno de los mayores depredadores y una presa que oponía una dura resistencia. Pero, sobre todo, un equipo de investigación ha explicado que los triceratops lucharon entre ellos con sus cuernos como los ciervos, cabras o antílopes de la actualidad. Andrew A. Farke, del Museo de Paleontología Raymond M. Alf, en California, encabezó un estudio publicado en la revista PLoS ONE en el que se cuenta que los cuernos de los dinosaurios se han interpretado tanto como estructuras de exhibición como armas contra congéneres y depredadores:
“Las lesiones en los cráneos de Triceratops se han utilizado como apoyo anecdótico de combate intraespecífico similar al de los animales modernos con cuernos y astas. Si los ceratópsidos con diferentes morfologías craneales usaron sus cuernos en tal combate, esto debería reflejarse en las tasas de aparición de lesiones en el cráneo”.
Entre los dinosaurios estudiados escogieron 400 fósiles de Triceratops y de Centrosaurio. La primera evidencia es que, como cabía esperar, no todos los dinosaurios utilizaron sus cuernos para las mismas funciones y, de hecho, pudieron hacerlo, pero en distinto grado: más enfocado a la defensa o bien a la exhibición. En los casos abordados por este estudio:
“Los culpables más probables de las heridas que muestran los cráneos de los Triceratops son los cuernos de otros Triceratops”. Con todo, no descarta el resto de las funciones, según Farke: “me gusta pensar en los cuernos del Triceratops como utensilios de una navaja suiza, probablemente usaban sus cráneos como querían, ya fuera para el combate, la defensa o el lucimiento”.