¡La innovación culinaria sorprende! Descubre la pasta italiana elaborada con insectos

El mundo está en constante evolución y, junto con él, surgen nuevas alternativas gastronómicas, entre ellas, la comida a base de insectos, especialmente los grillos, que se ha vuelto famosa, polémica pero deliciosa en Italia.

BBC Mundo ha narrado la historia de un pueblo cerca de los Alpes en el norte de Italia, donde se almacenan millones de grillos en contenedores apilados, que luego se convierten en alimentos.

El proceso es sencillo: los insectos se congelan, se hierven, se secan y finalmente se pulverizan para hacer harinas y otros alimentos, como pasta, pan, panqueques, barras energéticas e incluso bebidas deportivas.

Aunque pueda parecer extraño en algunos sectores de la sociedad actual, consumir insectos era común para nuestros antepasados. En diversas partes del mundo, como Asia y el Amazonas, se consumían grillos, hormigas y gusanos.

A principios de 2023, la Unión Europea autorizó la venta de insectos para consumo humano. Sin embargo, Europa ha mostrado ciertas objeciones, especialmente cuando se utiliza en su plato favorito, la pasta.

El gobierno ya ha tomado medidas para prohibir el uso de insectos en pizzas y pastas, generando controversia en torno a esta nueva tendencia gastronómica.

“Nos opondremos, por cualquier medio y en cualquier lugar, a esta locura que empobrecería nuestra agricultura y nuestra cultura”, escribió el viceprimer ministro Matteo Salvini en Facebook.

Sin embargo, varios productores italianos han estado perfeccionando con grillos sus recetas de pasta y pizza y aseguran que es un proceso de alimentación sostenible.

“Para producir un kilo de polvo de grillo, solo usamos unos 12 litros de agua”, explicó un productor de Italia consultado por BBC, a la vez que aseguró que para producir la misma cantidad de proteína de las vacas se requieren miles de litros de agua.

Los insectos pueden frenar el cambio climático
La cría de insectos también requiere solo una fracción de la tierra utilizada para producir carne y debido a la contaminación causada por la industria ganadera y láctea, cada vez más científicos creen que los insectos podrían ser clave para frenar el cambio climático.

En un restaurante cerca de Turín, en el norte de Italia, el chef Simone Loddo ha adaptado su receta de pasta fresca, que data de hace casi 1000 años: la masa ahora tiene un 15% de polvo de grillo, que emana un fuerte olor a nuez.

«Algunos de los comensales se niegan a probar los tagliatelle de grillo, pero los que lo hacen, incluyéndome, se sorprenden de lo bien que sabe», refiere.

Aparte del sabor, el polvo de grillo es un superalimento repleto de vitaminas, fibra, minerales y aminoácidos. Un plato con este ingrediente contiene mayores fuentes de hierro y magnesio, por ejemplo, que un solomillo o filete de carne normal.

Por ahora, la comida para insectos sigue siendo una opción de nicho en las sociedades occidentales, ya que los agricultores pueden vender aves y carne de res a precios más bajos.

En toda Italia, el número de personas que viven hasta los 100 años o más está aumentando rápidamente. Muchos apuntan que la dieta mediterránea es el secreto para un estilo de vida saludable.

Si bien la cría de insectos para consumo humano está aumentando en Europa, también está incrementando la hostilidad hacia la idea.

La decisión de la UE de aprobar insectos para el consumo humano fue descrita por un miembro del partido gobernante de extrema derecha, Hermanos de Italia, como «al borde de la locura».

Rechazo social
La primera ministra Giorgia Meloni se ha referido a Italia como una «superpotencia alimentaria». Cuando fue elegida creó el Ministerio de Negocios y del Made in Italy (Hecho en Italia) con el objetivo de salvaguardar la tradición.

«¡Los productos de insectos están llegando a los estantes de los supermercados! Harina, larvas, buenas, deliciosas», dijo en un tono de disgusto en un video.

Ahora que la población mundial supera los 8.000 millones, se teme que los recursos del planeta no sean suficientes para satisfacer las necesidades alimentarias de tantas personas.

La producción agrícola en todo el mundo tendría que aumentar en un 70%, según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación.

Por eso, cambiar a proteínas ecológicas, como los insectos, podría convertirse en una necesidad.